Como se pregonaba durante su promoción, “Bonito” (DRO, 2003), primer disco de Jarabe de Palo en su nueva casa discográfica, pretende recoger todo el optimismo posible de y por la buena gente que hay por el mundo. Y es muy notorio, pues desde el principio se impregna de una radiante felicidad que no se ha visto de tal modo en ninguno de sus anteriores álbumes.
De nuevo, no es precisamente el tema homólogo el más destacable, sino más bien todo lo contrario. En él se hace especialmente palpable una cosa que, en fin, siempre se había notado en los discos del grupo, pero hasta ahora podía pasarse por alto: La muy limitada capacidad para cantar de Pau Donés, que tiene pocos espacios aquí para esconderse y no va acorde a la intensidad que requiere la canción.
Pero no es un mal álbum. De hecho, está a la altura del anterior, a pesar de que es bastante menos valiente en su propuesta. Pero tanto las canciones de primera fila, las promocionales, como las de fondo, las que no pasan del álbum, persiguen una misma idea, cada una a su modo, logrando constituir un disco rico en esencia. Ahí están, por ejemplo, “Bailar”, “Yin yang” o “Corazón”.