En estos años (principios de los 2000), Guzmán sigue trabajando en RAG Y Hobbies, pero comienza en su mente a planear la gestación de su propio estudio y sello discográfico, y en el 2004 está listo su nuevo album cuya edición es abortada por problemas ejecutivos -se comentó en el foro de La Coctelera, en el hilo conductor de todos los aficionados a la saga, que por discrepancias con su socio en su nueva discógrafica-. Guzmán nunca dejará nada a partir de ahora en manos de terceros, y emprenderá solo cualquier gestión que se derive de la edición de sus discos.
Así, en el 2005 puede por fin editar su nuevo album «Bienvenido al Club» (Cadillac Music, 2005), con su nuevo sello Cadillac Music. Un buen álbum que demuestra lo en forma que está. Absolutamente todo el material es nuevo, haciendo casi dos decadas que no nos ofrecía nada igual, es decir, una absoluta y total exhibición de buen gusto musical con intervenciones de lujo de muchos amigos (al fin y al cabo está debutando con su sello musical).
Compañeros de Solera, CRAG, Hobbies, Cadillac y hasta de los Módulos, Década Prodigiosa y Pepe Barranco de Los Estudiantes. El sonido es contundente y la producción de Guzmán con Alberto Pinto a los controles es exquisita, no en vano ha sido grabado entre Eurosonic y el propio estudio de Guzmán, hecho a imagen y semejanza de este.
Cualquier tema del disco es bueno. Desde el rockero «Somos» al retrospectivo «Cuando el invierno era primavera», o los guiños a Penny Lane en «Sin tu amor».
Un buen álbum que continúa la racha de aquel disco-puente que fue «Guzmán & Cia» (L.A.Music, 1998).