Una vez recuperados los papeles cuando parecían perdidos, Barricada se encontró con el reto de seguir emocionando al personal tras su “Acción Directa” (DRO, 2000), y pensando las cosas bien dos veces y cada uno haciendo lo suyo, dieron forma a este palpitante "Bésame" (DRO, 2000).
Precisamente la homónima “Bésame” arranca el disco con liturgia metalera y los temas se van presentando con señorío y mucho saber estar; así en “Echa a correr” tenemos un rock luminoso como una vidriera renacentista, en “Voy muriendo” melodía y letra muy oscuras y guitarras de neón in crescendo medio iluminando la calle con la voz de Drogas haciendo de las suyas poniendo su punto especial, y en “El trompo” mucha rabia contenida, ayudados por Kutxi Romero de Marea que pone la letra y El Boni cantando a pecho descubierto, sin trampa ni cartón.
Por lo demás, nada que no merezca la pena escuchar. “Que no me silbes”, “La marea” o “A escondidas” son canciones de rock urbano de muchísimos quilates que se benefician de una producción distinta, que le da a todo el disco un sonido oscuro y malicioso, y las letras de Drogas y Boni son cada vez mejores: “Tengo la sensación de que / se me escapa sin piedad el último tren / y me ha cogido sentado de nuevo en la vía”, canta Drogas con resignación, por ejemplo, en “Como yo a ti”.
Resumiendo, disco inquietante, el más oscuro de su prolongada carrera; lleno de retos y claves para el oyente obsesivo; absolutamente imprescindible.
Por cierto que fue el último disco del batería Fernando Coronado con el grupo antes de dejar la formación.