Ben Deitei

“El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace”. Tras esta cita de Tolstoi que leemos en la carpeta interior del digipack comienzan los beats electrónicos, los samplers, el soul, el house, el funk, el trip hop y el acid jazz que pueblan cada uno de los cortes de este primer larga duración de Safari Orquestra. Su sonido es difícil de clasificar, todos estos estilos se asocian con las reflexiones rapeadas de Emilio López y la dulce voz de Najla Shami.

El disco está grabado en los estudios Abrigueiro de Friol (Lugo) y es producido por Arturo Vaquero –Humanoid– y el propio Emilio López. Entre las colaboraciones destaca la voz de Marcos Melendrez de Los Doré en “Habana”. Diez cortes entre los que nos encontramos con “Saudade”, su particular versión del “Teño saudade” de Andrés do Barro incluido en el disco tributo al músico ferrolano “Manifesto Dobarrista: Un Disco Tributo a Andrés do Barro” (Falcatruada, 2007).

Abre “Distancia”, con suavidad, recordando que lo que extrañas o quieres, cuando está lejos se vuelve insoportable. Días metálicos que se vuelven cálidos con los coros de Najla. En “Saudade” un sampler de Andrés do Barro -“blanco, gallego y cantante de soul, nuestro respeto” puede leerse en la carpeta interior- sirve a Emilio para hacer un falso dueto al margen del tiempo y la distancia.

En “Resignación” se acuerdan de la poetisa angolana María Alexandre Dáskalos entre ritmos contundentes y en “Visións” se acercan a la pista de baile de la mano de Najla Shami.

Una sirena agoniza, suenan ritmos acústicos y coros soul… “Ninguén sabe” es un retrato íntimo sobre las dualidades que guían nuestros pasos y luchan en nuestro interior por salir a la superficie. En “Habana” revisan la conexión gallego-cubana acercándola a ritmos tropicales más actuales. Cierra un remix nórdico del tema a cargo de Arturo Vaquero.