Dos piezas rítmicas y con las que intenta lanzarse como cantante para un público juvenil y casi infantil. La cara A es una pura onomatopeya que exhibe toda la paleta de colores pachangueros. Rimas facilonas hasta la ingenuidad, percusión bien aderezada de elementos festivos y melodía juguetona.
En la cara B un tiempo medio con aires premeditadamente retro representados por el banjo y las percusiones que contrastan con la seriedad de la cuerda.
Un sencillo en la que la interpretación de Victoria Abril mejora muchos enteros respecto a su primer disco.