Miguel Bosé aborda un proyecto más ambicioso en este “Bajo el Signo de Caín” (WEA, 1993), con producción a cargo de Ross Cullum (Tears for Fears, Enya, Paul McCartney). El carácter cercano y claro del anterior álbum se deja a un lado y se trabajan los ambientes y atmósferas, todo con un aire muy sosegado y relajado pero no muy inmediato. Por supuesto, hay éxitos, hay canciones ideales para conectar con el concepto. Recordamos “Si tú no vuelves” especialmente para dicha tarea, pero también “Nada particular”.
Se nota bastante, si miran las personas con las que ha trabajado, la mano del productor en la forma final de las canciones. Un álbum introspectivo que aborda temas algo más complejos de lo habitual junto a otras románticas, que igualmente se abordan de forma más madura y reflexiva.
Al año siguiente se editaron las versiones en inglés e italiano, siendo esta última especialmente bien acogida.