De su excursión a Estados Unidos para grabar en el estudio de Dave Anderson en Rochester los Hula Baby se trajeron abundante material. En concreto una decena de canciones que supieron repartir entre el sencillo editado con KOTJ, «The Rochester Sessions» (KOTJ, 2012) y esta nueva entrega que es «Baila el Twomp» (Folc, 2014). Con algo de retraso, ya que son de los que gustan de la «espesura y la pausa al menos fuera de los escenarios», las canciones ven ahora la luz de la mano de Folc Records, a los que acudieron bien aconsejados. Toma el título del disco la versión que hacen de The Ventures, una invitación al twist que los de Valladolid hacen suya sin problemas y sin miramientos.
En un trabajo variado, en el que son varios los palos que se tocan, Hula Baby se vienen arriba a la hora de ejecutar sus versiones. Tanto la del «Tallahassee Lassie» de Freddy Cannon, que adaptan a su «Chica alborotada» como el «SS 396» de The Neanderthals y que ellos convierten en una historia de adicción a la nicotina, ganan en velocidad y contundencia. Aprovechan los buenos mimbres de los temas originales para darle un punto vertiginoso que juega en la dirección que más gusta al grupo, que no es otro que el de poner al personal en mitad de la pista de baile.
«Flax«, versión del «Lurch» de los mismos The Neanderthals y «Tierra de fuego» del instrumental homónimo de The Langhorns, son temas más lentos y sinuosos. Si bien en el primero agregan una especie de pito, lo que no tiene el segundo es la sección de viento del original.
El «Juan no, yo«, originalmente el «One note Joe» de The Hi Risers es un canto a la alegría del surf, de la música despreocupada y desenfadada de la música norteamericana con playas de fondo. Hacen gala nuevamente además de la facilidad con la que adaptar letras y título sin perder ni la fonética ni significado original.
La guinda la ponen con la versión de Los Brincos «Flamenco«, toda una novedad, porque suelen nutrirse sobre todo de repertorio de origen anglosajón, que disfrutan traduciendo al castellano además de adaptar a su propia música. La curiosidad es precisamente el que hayan elegido este tema de cancionero patrio justo en el momento en el que van al otro lado del oceano a grabar. La explicación es el concierto que tenían apalabrado para su visita americana y para el que preparon especialmente el tema. En el último momento, acabando la grabación y antes de salir corriendo al aeropuerto para iniciar el vuelo de regreso, se animan a dejarlo registrado. Para la ocasión además contaron con la aportación de las palabras que pronuncian al comienzo dos de los componentes de Hi Risers que andaban por el estudio.
Siguen dejando claro Hula Baby que cada disco es una fiesta y una invitación a bailar.