DEVALO nos entrega su disco más completo hasta la fecha, algo significativo ya que sus dos trabajos anteriores ya eran pequeñas joyas del synth pop más emocional.
En 2024 llega este «Azul Vindeiro» (Ferror Records, 2024). «Si en los discos anteriores buceé entre muchas referencias (lo que Marcos Gendre llamó «una gran enciclopedia pop evocadora», frase que me gusta mucho), para este trabajo hice todo lo contrario: intenté distanciarme de una búsqueda consciente de modelos. Aunque todas las influencias siguen ahí, las dejo aflorar en lugar de salir al campo a buscarlas.
Estéticamente, también hubo una intención de despojar un poco las canciones, en comparación con “Noites contadas” (2020) y “Luz/Sombra” (2022), álbumes en los que el sonido se compone a base de capas de arreglos superpuestos de guitarras. sintetizadores y voces. «Azul vindeiro» tiene una menor superposición de elementos. Muchas veces son varias melodías llevadas por diferentes instrumentos que dialogan entre sí, pero dejando espacio en lugar de formar capas de sonido.
Las canciones de «Azul vindeiro» no siguen una cronología ni una línea narrativa, pero comparten algunos temas. Una idea detrás del disco es recuperar la capacidad de pensar en el futuro. Actualmente vivimos en una crisis continua, por lo que ya no somos capaces de proyectarnos más allá del presente inmediato. Parece que no hay solución posible a los problemas que enfrentamos. Vivimos en el debilitamiento de la esperanza. Varias de las canciones de este disco se rebelan e intentan recuperar la capacidad de concebir un mundo mejor, aunque parta del descontento del presente; tal vez sea exactamente por eso. De ahí el azul del título, que identifico con un cielo abierto (o un mar), una imagen del futuro, de lo que está por venir, del futuro: una flor (como la imagen de la portada pintada por el artista bretón Dominique Rolland) que no tardará en abrirse al mundo en una nueva primavera. Junto a estas imágenes, otras canciones celebran una especie de hedonismo social, una celebración de la vida, la amistad y el amor, en cualquier forma que podamos imaginar.
Pero no nos equivoquemos, éste todavía no es un álbum optimista. Las imágenes oscuras siguen mirándonos desde el fondo y hay momentos en los que podemos volver a caer en la desesperación. Contra ellos: la rebelión del futuro azul» indica David.
Nos encontramos con optimismo en algún momento, pero como di David, prima esa náusea vital que traen consigo la madurez y la lucidez, la añoranza de tiempos pasados, y la rebelión de uno mismo ante un mundo, a veces, frío y duro. Ese mundo de autómatas -«Zombies en Londres«- que nos encontramos en nuestro día a día.