Disco con la grabación del último concierto dado por la banda en Pamplona el 1 de octubre de 1988. En versión de vinilo doble en su primer lanzamiento por Oihuka, Esan Ozenki lo reeditó en formato CD. Quizás sea el disco en directo soñado por toda banda que se precie. Suena (misteriosamente) bien, con una sección de viento cristalina y unas guitarras que cortan como cuchillos. Discos similares, grabados ese mismo año, como «En Directo» (Oihuka, 1988) de La Polla Records, difícilmente aguantan la comparación. De los mejores directos de la época. Una gran banda despidiéndose de su afición a lo grande.
Al grupo se unió en esta ocasión Kaki Arkarazo, miembro de M-Ak por entonces, pero que acompañaría luego a los hermanos Muguruza en Negu Gorriak, como segunda guitarra. Propietario de los estudios Iz de San Sebastián les había producido su disco anterior «Kolpez Kolpe» (Oihuka, 1988).
Comienzo a muchísima velocidad hasta llegar al ska de “Equilibrio”. Un pitido y una voz en off informa, en inglés, justo antes del comienzo del desquiciado “Mr. Snoid entre sus amigos los humanos” de la decisión en referendum democrático en el País Vasco en 1986 de la no inclusión en la OTAN.
Muchas de las canciones ganan en su versión en directo, en comparación con la del estudio: «En la línea del frente«, «After-boltxebike«, ”Platinozko sudurrak” … ganan claramente en intensidad. “Gernika 37-87” suena espectacular y “Hotel Monbar” mucho más tétrica.
La grabación incluye, como previo a “Desmond Tutu” un comunicado en off como en «Kortatu» (Soñua, 1985). El acelere del hardcore de “Zu atrapatu arte” es compensado con “Tatuado”.
En la reedición, a diferencia de la presentación en vinilo, no se eliminan, mediante pitidos, algunas de las consignas coreadas por el público. Por ejemplo, los gritos de apoyo a ETA que se oyen entre los guitarrazos iniciales de “Aizkolari” no se han escondido como en el vinilo. Tras “Jimmi Jazz”, se corea el consabido “Todo el que no baile es policía nacional”. De hecho, el disco está plagado de momentos de participación activa del público: entre una y otra canción, el respetable aprovecha el ligero descanso que toma la banda para proferir gritos de “Independentzia”. Justo después de “Nicaragua Sandinista”, se entona el “No pasarán” o “Presoak Kalera, amnisitia osoa” tras “A.E.K. ko Beteranoak”.
“Hay algo aquí que va mal” se la dedican a Natxo, cantante de Cicatriz que había sufrido por entonces un aparatoso accidente de moto cuyas secuelas arrastraría hasta su fallecimiento.
Ejemplo de la conmoción que la disolución de Kortatu en la escena punk estatal y, más concretamente, del impacto de esta última grabación se puede encontrar en las tiras de tebeo del dibujante Azagra. En las historias de dos de sus más insignes personajes, la pareja Pedro Pico y Pico Vena, gustaba de incorporar, a modo de imposible banda sonora, muchas de las composiciones de grupos punk de los 80. Kortatu, una de las bandas de la que más canciones escogía, mereció una historia entera para este disco, con una viñeta dedicada en exclusividad a alguno de los temas de este «Azken Guda Dantza» (Oihuka, 1988).
El cuadernillo interior desvela la identidad (el rey Juan Carlos I) del misterioso personaje que aparecía, como un androide, en la información de «El Estado de las Cosas» (Soñua, 1986). Aparentemente, Oihuka no quiso arriesgarse en su momento, a represalias legales.
Mucho mejor que un grandes éxitos, éste es otro de los discos que no pueden faltar en tu estantería.