Canción de temática religiosa en su letra y machacona en su música compuesta para el grupo por Marisa Simó. Una canción ingenua a la que si quitamos la batería bien podría ser una canción de coro de iglesia. Los Faros la tiñen de aroma pop para publicarla en un disco de escas recorrido cualitativo y aun menos cuantitativo. Dicho de otro modo, que ni es un buen disco ni vendió un pimiento.
Y metidos en ángeles, que mejor que los “Angelitos negros” de Antonio Machín en una versión entre caradura y rítmica. Puede que para un baile de pueblo de aquellos años tuviese un pasar, pero es mejor que esos angelitos negros se queden en bolero y no destrozarlos de malas maneras