Burning se aleja del rock de sus primeros tiempos con este disco, cuyas composiciones están influidas por las difíciles circunstancias por las que atraviesa el grupo. Los problemas con las drogas comienzan a deteriorar las relaciones entre sus componentes, sobre todo entre Toño y Johnny. Es significativo que éste aparezca relegado a la contraportada del disco mientras que Toño y Risi salgan en la portada, aunque la relación entre ellos también comienza a deteriorarse.
Pero el disco está marcado sobre todo los problemas personales de Toño (el título del disco lo dice todo), que en esos momentos se debate entre la vida salvaje del rock and roll (drogas, excesos y vida nocturna), y su amor por Esther y su hija Penny. Toño había conocido a Esther en 1978, en un concierto que dio el grupo en la localidad de Briviesca (Burgos). En los últimos tiempos, sobre todo a partir del nacimiento de su hija, se le hace cada vez más difícil compatibilizar la vida de cantante de un grupo de rock que se mueve por el lado salvaje, con la vida familiar que le reclama Esther.
Estas circunstancias se reflejan en baladas como “No puedes dejarme”, compuesta tras la marcha de Esther a su ciudad natal, y “Loco por ti (Penny)”, canción dedicada a su hija en la que reconoce “por ti he dejado de tomar drogas mi amor, por ti he cambiando de amigos sin razón”.
Un disco en general de aire introspectivo, repleto de baladas, en las que destacan, además de las ya citadas, la historia de la muerte de un camello de barrio en “Hermano”, o “Extraño en la ciudad” quizá la canción que mejor refleja la situación personal por la que pasa el cantante. La interpretación de Toño vuelve a ser soberbia, repleta de matices y sentimiento. Los únicos toques de cierto optimismo aparecen en “Chica de moda” o “Motor love”.
El resto del disco está muy alejado del nivel al que Burning nos tenían acostumbrados: “Jugando con la noche”, “Baila” y “Policía sideral o guerrero estelar” son temas menores.
Un disco, en definitiva, muy alejado del rock enérgico de sus primeros tiempos, influido por las difíciles circunstancias por las que pasa el grupo, sobre todo su cantante (podría casi tratarse de un disco en solitario de Toño), en el que bajan el nivel de sus trabajos anteriores.
Tras la grabación del disco Toño abandona el grupo para buscar la vida familiar que ansía. No lo consiguió, muriendo el 9 de mayo de 1991 victima de la droga y los excesos.