Arder / Bailar

Tras la maqueta «Tigres Leones» (2011), el cuarteto afincado en Madrid tardó poco en volver a visitar el estudio de grabación. Fueron al que gestionaba Brian Hunt (Half Foot Outside, Templeton) en Madrid y a principios de enero de 2012 ya estaba en la calle.

Las mezclas corrieron a cargo de Javier Ferrás y el diseño de la portada, que de nuevo apostaba por un toque artístico personal, por Ricardo Cavolo.

El disco además fue la toma de contacto con el sello Sonido Muchacho, que inauguraba además su catálogo precisamente con este trabajo de los Tigres Leones. Luis, el responsable de la compañía, mostró interés por las dos canciones en cuanto las oyó.

«Baila» empieza con aires de psicodelia con voces como las de los Beatles más etéreos, con efectos de delay, pero enseguida deja lugar a guitarras contundentes, abrasivas. Decían estar buscando aires de garage, y algo de eso hay desde luego. Con tintes añejos eso sí, sin querer levantar un pie de territorios sesenteros.

Yo sin embargo reconozco una atracción irresistible para con «Deberían arder«. Tiene un aire de dejadez en los coros y en la parte instrumental que los empareta de forma directa e inmediata con filosofías como las de Patrullero Mancuso. La letra además parece apuntar hacia seriedades más allá del cacharrismo del que también hacian uso los de Villaviciosa de Odón. Tema del que resulta difícil desasirse.

Sorprende el carácter de transición que la banda misma le da al disco, emplazado entre su debut y el primer LP, que llegaría poco tiempo después y que ya tenían en mente para entonces. A mi juicio, «Arder / Bailar» (Sonido Muchacho, 2012) presenta argumentos más que de sobra para haberse ganado entidad propia merecidamente.