Tras unos cuantos discos poco relevantes, aquí se marcan dos de los temas más recordados de toda su producción, ambos con un claro corte melódico.
La canción teóricamente principal es “Amor de verano” con su ritmo machacón a tope sobre el que Manolo y Ramón rezan más que cantan este pedazo de balada con algo de religioso en su tratamiento y de nuevo encomendando el único solo instrumental del tema al saxo alto.
Aún más conocida si cabe que la anterior es la pieza que abre la segunda cara. “Eres tú” con su ritmo de palmas y bongoes que se mantienen durante toda la canción, al que se van incorporando instrumentos de viento y finalmente toda una orquesta. Música de orquestina de cabaret, ¡pero qué orquestina y qué cabaret! Puro swing equiparable a los mejores de la americanos de la especialidad.
Un disco de intención cosmopolita como evidencia una portada de estética bien distinta a otras anteriores. Ahora, los paisajes campestres o las fotos de ordenados cuartos juveniles dan paso a una avenida con iluminación nocturna. Este cambio de decoración no es casual, significa una declaración de intenciones de futuro.