Esta canción tiene su historia. No fue para nada un encargo, pero dio pie a la publicación de una fotonovela, que era un género muy particular que usaba fotos de famosos a modo de viñetas para contar una historia romántica, que era devorada por jovencitas ociosas a la espera de novio y señoras haciendo turno en la peluquería. Y es que enseguida se publicó una de estas fotonovelas con este título con fotos protagonizadas nada menos que por Junior y Karina en plan pareja ficticia de enamorados. La canción en sí es una balada cursilona, pero bien interpretada, que se escucha con facilidad y no exenta de una cierta originalidad sin apartarse de los parámetros de los solistas románticos que triunfaban en aquellos primeros 70.
Para la cara B de nuevo tiran de una canción de relleno de un LP aparecido dos años atrás y es que a veces hay caras B que son una bendición y otras son algo que hay que poner para completar un disco, ahorrando gastos de producción.