Con Camilo Sesto no valen modas. Su público, cuando compraba un disco o acudía a uno de sus recitales, sabía lo que iba a encontrar: una prestación formalmente impecable y un puñado de canciones que apenas habían evolucionado en diez años. En los últimos meses de 1980 se publica este LP, ajeno del todo a lo que se cocía en aquellos momentos en la música española. Baladas y más baladas clónicas, de excelente manufactura y escasa inspiración, encabezadas por el hit “Perdóname”. En este grupo pueden incluirse “Un amor no muere así como así”, “Amor a plena luz”, “Tres veces no”, “Insaciable amante”, “Donde estés, con quien estés” y alguna otra. Temas que ya suenan mecánicos y parecidos entre sí y parecidos a muchos otros de este mismo artista.
Las notas distintivitas vienen con la movida “Mis sueños” y sobre todo con un pedazo de tema titulado “Días de vino y rosas”, que aunque imbuido de aguas de pachanga, Camilo convierte en una bola marchosa que cruza el soso océano de este disco. No fue promocionado, ni conocido en su momento…pero me gusta.
Un poco en el mismo estilo, pero mucho menos lograda y perjudicada por unos cambios de ritmo que poca falta hacen a la estructura de la canción, encontramos “Samba”, pero, ya digo, sin la fuerza del tema anteriormente comentado