Una vez puesta encendida la maquinaria que puso en movimiento de nuevo a Inoxidables, llega un pequeño aluvión de material nuevo del que fuera uno de los grupos más interesantes del indie de los 90. Así, al «Alas de Plomo» (Autoeditado, 2018), sigue tan sólo un año después esta otra entrega.
Arrancan con una pequeña joya: «Moriría» transita con ritmo vivo proponiendo atmósferas densas. En la letra momentos intensos para referirse a arañas de ausencia que acarician el corazón. Un comienzo enorme.
Para el corte que da título al disco adoptan cierto aire de romancero antiguo, como si se hubieran inspirado en un canto popular. Vuelven a internarse además en el universo animal, no sólo al referirse a la cría del pez del título del disco, sino con «Der panther» (la cuota en alemán) y especialmente con «El galgo», donde cuentan de las desdichas de un perro que es maltratado por los niños y se habla incluso del paraíso canino. En lo musical incluyen silbidos como de pájaros, un fondo burbujeante y voz como en ecos.
Juegan con cierta intensificación emocional en «Nada» y suenan un poco a los Automatics más contenidos en la ya mencionada «Der panther».
Se acuerdan de una amiga, probablemente de su época universitaria, en «Mi amiga Clara», sonando guitarras con tonos acústicos.
Certifican Inoxidables su retorno afianzando la propuesta con parámetros similares con los que tan bién funcionaron años atrás.