Alas Sobre el Mundo

Alas Sobre el Mundo

Y llegó por fin el LP de debut del Aviador Dro. Tras una serie de EPs grabados de manera tumultuosa, con escisión de la formación original y todo en lo que se elaboraban, conseguían superar esa gran prueba de fuego que es el debut en formato de vinilo largo.

Se grabó en condiciones similares a “Nuclear Sí” (DRO, 1982) o “Programa en Espiral” (DRO, 1982), es decir en los estudios Doublewtronics viendo la luz en diciembre de 1982.

Efectivamente, tal y como reza en la portada del mismo, se trata de un fascinante LP, que servía para marcar cuáles iban a ser las directrices del recién inventado tecnopop, ese pop de teclados que mamaba tanto de la versión edulcorada y de nueva ola llegada de la mano de los primeros grupos británicos que no dudaban en cambiar sus guitarras por órganos y cajas de ritmos, como de la opción marciana de bandas como Devo o Residents.

Los madrileños añadían la componente futurista de mundos extraterrestres y sociedades fundamentadas a partir de la industria y la tecnología. Población laboral departamentada en secciones (tal y como marcan los logos de la portada) y brigadas especializadas en funciones concretas: Demoler para construir, destruir para volver a levantar un nuevo orden. El aviador que nos saluda y nos da la bienvenida a esa nueva estructura que se levanta tras la revolución dinámica, la anarquía científica que lleva a una mejor versión del hombre, la que da paso a androides y robots.

Universos en los que las citas son en astrobares situados en asteroides exteriores, el amor está grabado en una cinta y la televisión tiene una función alimenticia.

Electrónica revolucionaria y que el paso del tiempo hace que se escuche con nostalgia. Disco cargado de auténticos himnos, de los que luego le encantaría componer al Aviador, bien para celebrar el nacimiento de la industria o para promover a los sindicatos futuristas. Aquí se trata de “Brigada de demolición” (espectacular) que abre la primera cara y “Sintonía de la moda estandarizada” que hace lo propio con la cara B.

Cargado asimismo con temas para integrar en lo mejor del repertorio del grupo, como “Selector de frecuencias” (incluido ese discurso con aire parecido al testamento final del replicante de Blade Runner (1982) de Ridley Scott), “La televisión es nutritiva” y la adictiva “Ondina“, que en su lento y suave fluir tiene algo de ese espíritu que los alemanes Krafwert inoculaban en temas como “The model“.

Dedican hasta dos temas a animales mitológicos, “Kraken” y “El laberinto del nuevo Minotauro“, una temática más propia de Los Iniciados, el grupo en paralelo que llevan junto a otros componentes anónimos, Biovac N y Arco Iris (que por cierto colabora activamente en este disco con voces en “Cita en el asteroide“).

Las dos caras se cierran con temas inquietantes. “Obsesión” se repite machaconamente y “La cicatriz en la fábrica roja” deja una extraña sensación de malestar interior con una letra que únicamente repite el título.

Con abundante información, acerca de las proclamas y manifiestos del grupo, “Alas sobre el Mundo” bien pasa por uno de los discos emblemáticos de comienzos de los 80

Grupo:

Resultado de las veleidades culturales y reivindicativas...

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Tracklist:

  1. Brigada de demolición
  2. Ondina
  3. La televisión es nutritiva
  4. Cita en el asteroide Edén
  5. Obsesión
  6. Sintonía de la moda estandarizada
  7. El laberinto del nuevo minotauro
  8. Kraken
  9. Selector de frecuencias
  10. La cicatriz en la fábrica roja

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