Alarido Mongólico están de vuelta… aunque lo cierto es que nunca se habían ido. Los conocíamos por su aparición en aquel mítico recopilatorio “Galician Bizarre II” (Galician Bizarre, 2012) con “El ataque de los belenes vivientes” pero en 2016 afirman ir a fuego, lanzando su primera referencia física, este cassette editado por Ferror Records.
“Cuatro hitazos. Dos de los temas son inéditos. Con un diseño vanguardista inspirado en las cintas de carretera. Y en él habrá un link de descarga digital también, para los desgraciados que hayan tirado el walkman”. Y es que Ferrol mola, “Los que molan son los que hacen cosas. Y hacerlas en un sitio tan depresivo y represivo tiene bonus. Por eso las cosas que salen son tan explosivas. Y no sólo a nivel musical. La -poca- gente que queda se está juntando y está haciendo piña. Ferror Records lo sabe: la cooperación es la clave de la supervivencia” comentan.
Abre el himno autodedicado “Alarido Mongólico”. Un tema que comienza a lo grande, con el “Thunderstruck” de AC/DC, un corte que es fuego y luz… “Alarido Mongólico ha llegado a la ciudad / Hoy es el día del crepúsculo final / Alarido Mongólico ha llegado a la ciudad / Arrodíllate mortal, arrodíllate mortal”. Fuego, thunder, fuego.
“Grimilla” es un hit pegajoso armado a base de calor y sudor reseco. Una melodía infecciosa que se cuela en tu cerebro y no te abandona ni aunque lo intentes con todas tus fuerzas… “Disfrutando de este abrazo aquí acostados, amarrados de los pies y de las manos / El calor causa sudor en nuestras pieles, acumulado nuestro amor durante años / Que nuestros cuerpos vayan cambiando, piel arrugada y llagas en los sobacos / ¿Te imaginas estar así siempre? Sin cambiar nuestra postura jamáaaaaas. Por favor, puedes irte a pudrirte a otro lado”.
Tras el subidón de la dupla inicial, Alarido Mongólico muestran una cara más reposada en “Para siempre” y “Mi vida”. Destacar este último corte. Una declaración de amor con alma electrónica y espíritu punk… “Puedes follar en mi cama y puedes quemar mi cocina. Puedes quedarte mis cosas, no creo que nada me sirva. Puedes cagarte en mi ducha, puedes quedarte mi vida”.