Sub Rosa recurren a instrumentos acústicos de pequeña percusión, sintetizadores digitales, cajas de ritmos y módulos de procesamiento, que en directo asocian al video-arte para crear una experiencia sensorial: “La especial combinación de sonidos acústicos (vibráfonos, xilófonos, toms, arpa de boca) y electrónicos, crea una atmósfera material que apela al aspecto físico de la musicalidad: la física de la madera contra el metal, la resonancia de las láminas y los toms, los ecos del espacio donde se toca. Todo ello sugiere al espectador una translación anímica a otros espacios, un lugar de imaginación libre y personal”.
Su primera referencia es este EP con cuatro cortes grabados en los estudios Artexmachina en el barrio de San Pedro (Santiago de Compostela). Entre ellos destaca el tema homónimo “Akureyri”. Un pasaje que nos lleva hasta Islandia a través de una cajita de música, de un vibráfono tocado con palillos chicos, de un xilófono tocado con baquetas de cristal, de la melodía resampleada de la «Pantera rosa» y teclados procesados y distorsionados.
Nos encontramos con atmósferas profundamente ambientales y palpitantes –“Hale-Bopp”-, con conexiones Fuck Buttons-4AD -“Mata ki te Rangi” (Ojos que miran al cielo), denominación que daban los antiguos habitantes de la Isla de Pascua a su tierra– y ambientaciones nocturnas –“Noctiluca”-.
Literalmente “Noctiluca” significa “luz de la noche”, es el nombre de unas curiosas algas portadoras de una enzima que las hace brillar, provocando esas imágenes nocturnas profundamente surreales en las que el mar parece haberse electrificado.