Silvana Velasco, que acababa de cumplir diecisiete años, seguía haciendo su meritoriaje de discos serie B o C. Pero resulta que en este single van a coincidir dos canciones que acababan de triunfar en toda Europa, y diría que en todo el mundo. Una venia de Gran Bretaña y otra de Francia y ambas habían encumbrado a figuras femeninas del pop o del ye yé en aquellos países. No me extiendo más pues con buen criterio y un poco de retraso, Zafiro repescó a finales de 1964 ambos temas para formar parte del seguramente mejor EP de la carrera de Silvana.
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