Tras el duro golpe para la banda de la marcha de El Drogas y tras salir muy airosos con un nuevo LP sin el mítico bajista, Barricada nos dieron el disgusto y decidieron disolverse.
Con esta configuración inicial tenemos que ponernos a escuchar este disco, un disco con sabor a despedida -con el clarísimo nombre de Agur está todo dicho- y que nos sorprende (o no) con que al escucharlo vemos que los navarros no se guardan nada en el zurrón.
Treinta y cinco canciones que suenan a himno, peligrosas como un batido de plutonio, destructivas como una tormenta en el Pacífico, y el público entregado desde el principio cantando a pleno pulmón sin fallar una coma.
Incluso en las canciones que cantaba Enrique, Boni y Alfredo se turnan y cumplen con solvencia; quizá se vea a Boni un poco más suelto en este aspecto, pero en cualquier caso no hay nada que reprochar a alguien por no ser quien no es y además no pretender ser sino él mismo.
Grandísimo directo con el que los Barri cierran el telón. Agur Barricada, y gracias por todo.