En 1979 aparece casi por sorpresa un nuevo single de Manolo Galván en un sello secundario. No sé si se trata de una grabación deficiente o es que es así era verdaderamente la intención del productor, pero la voz de Manolo suena oscurecida, en un segundo plano y casi ininteligible, mientras que el coro femenino le despide desde un plano más cercano.
La cara B ya con un sonido más reconocible es un medio tiempo con coros femeninos oníricos y la voz habitual de Manolo cantándonos sus cuitas amorosas y sus consejos afectivos en una canción agradable y bien construida