Probablemente el disco más atípico de Pilseners, o al menos, fue el que se grabó sin Jordi, el cantante del grupo de los principios. Le sustituía al micro Frederic.
Recuerda el grupo que se trató de una grabación bien ágil y previsible en la que no surgieron grandes problemas, porque traían los temas bastante trabajados.
Portada con motivo medieval, el San Jorge matando el dragón a golpes de espada, muy en la línea de los gustos revisionistas de la banda de los momentos destacados de la historia de Cataluña. Y es que de hecho el trabajo incluía dos canciones apuntando precisamente en esa dirección: «Acer roent», con la que inician el disco y que le da nombre al mismo, tiene como protagonista a Roger de Flor, capitán de los Almogavares a finales del siglo XIII y por la letra de «Cavalent» cabalgan caballeros y guerreros. En la primera suenan combativos, mezclando guitarras belicosas trazando melodías atractivas con la voz rasposa esperable en el género.
Algo más irregulares suenan las voces y coros en otras ocasiones: la ya mencionada «Cavalent» o «Pengem-los ben amunt» pueden ser dos ejemplos.
En un disco de acero al rojo, se lanzan a la consigna política sin problema con «Stalingrad»: Guitarras cortantes y coros con aires épicos para cantar a los tiempos de muerte y lluvia, con kalasnikov y bandera roja en mano junto a los compañeros caídos. Ensalzan la defensa de la libertad, estableciendo paralelismos entre la ciudad rusa y Barcelona contra la que entienden es fusión entre el fascismo y el Estado.
Igualmente cierran el disco con «El pi de les tres branques», donde proponen la construcción de un presente socialista independiente para los Països Catalans. Una Cataluña de la que se ve apartado el protagonista de «Exili».
Musicalmente Acer Roent tiene momentos de guitarras que apuntan al rock contundente, casi callejero. En algunos casos se permiten incluso algún solo al más puro estilo de rock duro.
Logran Pilseners un muy buen tono en «Nits de gloria», donde tejen melodías de guitarra con ganas de nostalgia a la hora de rememorar las noches con el disco sonando y con cervezas en la mano. Toda una oda para esos héroes de media noche. Por su parte, parecen estar mirando a la escena inglesa en «Només per tu».
Eso sí, queda hueco de sobra para las letras de contenido con cierto aire de desesperación, bien esperando al momento de la muerte («Dolç àngel de la mort») o por tener que soportar una porquería de vida («Desesperat»).
Un disco interesante, con algo de transición en la trayectoria de los catalanes.