Siete años después regresa Gema sin cambios físicos apreciables. Ella sigue con su pelo corto, negro y aplastado, sus cejas pobladas y su vestir masculino. Su vuelta la va a materializar en el más que oscuro sello Novac, que marcó este single con la signatura NOC-1000, seguramente la primera y probablemente la última de esta marca fantasma.
Dos baladas tirando a tórridas con un leve regusto hispanoamericano y una orquestación tan tópica como recargada. Continúa manteniendo su buena voz, que ahora se vuelve más insinuante y adulta.
Por supuesto, de la publicación de este disco pocos se enteraron y los que lo hicieron pensaron que era una nueva cantante melódica del montón.