“A Velocidade do Frío” (Xerais, 1997) nace de la novela publicada el año anterior por Seixas. Su idea era hacer su presentación con la música para ella. Para ello va confeccionando una banda sonora con textos extraídos de la novela… “Entonces me di cuenta de que aquello era un disco, un disco extraño, variado, hipnótico como lo había sido la novela. O eso pensaba y pienso. De hecho hablé con Xerais, con Manuel Bragado en concreto, y le comenté la posibilidad de sacar a la calle este ‘experimento’, que luego los expertos consideran único en el mundo mundial, en cuanto a ser el propio autor de una novela, el compositor de la música y el instrumentista básico de la misma” comenta Manuel en su web.
Con ayuda de César Morais -Madame Mir- y de muchos otros amigos, comenzó a darle forma al disco, en los estudios Pecado Records, posteriormente Fábrica da Luz (Santiago de Compostela). Colaboran en la grabación entre otros: César Morais -bajos, teclados, piano, programación-, Espe -voz y coros en “Fred e a porta“, “A historia de Santiago, batería” y “A historia da pescantina (instrumental)“-, Alfonso Franco -violín en “Intro”-, Santi Frutos -saxo en “Melburne: A viaxe de Xabier e Moncho”- y Carlos Castro -percusión en “Melburne: A viaxe de Xabier e Moncho”-. Para las voces, cuenta con la colaboración de Josito Porto, Carlos Blanco, Ana Romaní, Tacho González, Manuel Millán, Lino Braxe, Miguel Curra, Quico Cadabal, Paco Abelleira y su propia hija, Laura.
Un trabajo profundamente experimental, definido por Seixas como “banda sonora sentimental”, en el que además de su faceta como multiinstrumentista, Manuel muestra un acercamiento al trabajo con el ordenador, es decir, sampler, loops y demás. Veinticuatro temas en 64 minutos que van más allá de la novela de la que parten, para convertirse en un trabajo autónomo.
El disco está dividido en tres partes. La primera, “Xabier e Moncho” es la parte más elaborada del disco. Nos encontramos con recitados intensos y una parte musical compleja y experimental en la que se intercalan fragmentos de “I’ve got you on my mind” -Col Porter, interpretada por Fred Astaire- y la adaptación de “Moon river” -H. Mancini- en “Fred e a porta” y del “What a wonderful world” en “Garavanzos: What a wonderful world!”. El común denominador de los distintos cortes de este experimento es el sufrimiento como compañero de viaje en esta vida. Destacar la intensidad y la aspereza de “Fred e a porta”.
La segunda parte, “Historias con frío”, es la parte más lograda y descarnada del disco. Historias breves que cuentan con distintos relatores, Carlos Blanco está brillante en “A historia de Sara”. En la parte final, “Finais de viaxe”, nos presenta distintas evasiones posibles ante el sufrimiento. En “Fogar baleiro: A viaxe do rapaz do mono azul” se intercala un breve fragmento del “Wish you were here” de Pink Floyd.
Cierra “O sentido”, el corte más luminoso del disco, armado con la dulce voz de Laura, hija de Manuel… “Hai un pouco de maxia en todalas cousas, e logo algunha perda para compensalo todo”.