Sin duda el CD más destacable de la última etapa discográfica de Aute, en la que vuelve por sus fueros de cantautor, si es que alguna vez los había abandonado. Con dirección musical de Tony Carmona, que venía colaborando con él en la serie de recopilatorios “Autorretratos”.
Un Aute maduro y observador del entorno con el único apoyo cierto de su cigarrillo. Baladas lentas, densas, sentidas, dotadas de esa indagación interior que ha sido uno de los basamentos de la lírica de este artista. Es el caso de la sencilla “A día de hoy”, que inaugura y dota de título a todo el CD. En la segunda pista: “Imaginación” nos asalta desde el principio una sorpresa, la del piano que introduce el “Imagine” de John Lennon, al que rinde homenaje con esta canción. Más baladas calmosas y amorosas, un tanto repetitivas en lo musical, pero siempre interesantes en lo literal encontraremos más adelante en “Esta noche” o “Sé de un loco”.
Cambio de lengua que no de estilo. En inglés asistimos a “Alone with you” y en francés a “J´écris ton mom”. Merece la pena detenerse en esta segunda. Un ambiente nocturno y misterioso para hablarnos de Rimbaud, de Dali, de Charlot, de Cezanne…
Se escapa de las balada a lo Leonard Cohen que ocupan casi todo el espacio del disco con el “Na de na”, un escepticismo con piano honky tonk y un chasquido de dedos a ritmo de swing y es que poco hace falta para construir un buen tema cuando se llevan cuarenta años de carrera. Otra puerta de escape al estilo baladístico lo vamos a encontrar en la flamenquería que acompaña las disertaciones pictóricas sobre Goya y Velázquez en “Tríptico de luces y sombras”.
Más escepticismo vital para “El resto es humo”, un casi recitativo que incita a contemplar la realidad con el cinismo e invita a girar como una veleta según vengan las circunstancias, tal y como hacen aquellos a los que las cosas les han ido bien.
Lamento de parques deshabitados en el “Año de la gripe aviar” y una nueva aleluya brota en “La barbarie” como lamento de la sinrazón del nuevo siglo con el altar en que se adoran petroleras, bancos, ciudadanos de probeta mientras la humanidad corriente malvive impotente y eternamente vigilada. El propio Aute en una entrevista coincidente con la presentación de este disco habló de los años bárbaros en los que estamos viviendo.