«A Cuatro Reinas Moras» (2013, Jabalina), de Klaus & Kinski, es uno de los singles que forman la colección Dedicatessen del sello independiente Jabalina. El dúo hace un ejercicio de estilo que pretende sugerir un viaje al pasado y acercarse a la sonoridad de las grabaciones de las primeras décadas del siglo XX. La inspiración surgió de las canciones de Manuel de Falla y la Argentinita junto a Federico García Lorca.
La monótona voz de Marina pinta cuatro historias sobre mujeres a medio camino entre la fascinación y el despecho, con un colchón acústico compuesto de piano (Antonio José de Vicente-Yagüe Jara), violín (Pilar Crespo), mandolina o flauta travesera (Alfonso Sánchez). Canciones cercanas al romanticismo y al folclore en las que sobresale, una vez más, la lucidez compositiva de Alejandro.
La copla «Rosarita» inaugura el repertorio con pegada: «Si te quiere sonreír / te hará sentir un infeliz».
La breve (apenas roza los dos minutos) «Encarnación» también es soberbia, con una visión descarnada (marca de la casa) de la protagonista: «Yo sé que si no te has encarnado / es porque no hay mucho mercado / donde procurarte piel, / donde te puedas meter».
«María Ascensorista», a nivel musical la canción más exuberante, narra un (re)encuentro doloroso. «Silencio al entrar, / más que sepulcral. / Con los ojos busca un lugar / donde hundirse para escapar. / De qué va el disfraz. / No te van a reconocer. / Disimula, disimula, / y pregunta ‘a qué piso vas’. / Sale bien no mirar. / Yo también sé disimular».
Y también de encuentros habla «María Escupefuegos», despedida y cierre: «Te pasa a ti, no es solo a mí. / Ocurre también en Hong Kong. / Se puede ver, tocar, pensar, / pero no se va a poder quedar». Fabulosa.
En suma, diez minutos y medio que saben a poco y que amplían las posibilidades y el excelente repertorio del grupo.