Luis Felipe Areta Samperiz nace el 28 de marzo de 1942 en San Sebastián y, desde pequeño, se orienta al mundo del deporte. Sus primeros pinitos musicales se dan durante su época de estudiante en el Colegio Mayor Aralar de Pamplona donde coincide con el periodista Iñaki Gabilondo en un grupo músico-vocal amateur. Después sus estudios universitarios fueron por otro lado, Filosofía y Letras, el primer año en Pamplona y luego, Periodismo, en la Complutense.
A los quince años se enrola en el equipo de baloncesto del Club Cantábrico. Pero pronto se decantará por el deporte que le hará famoso, el atletismo, en las especialidades de salto de longitud –dejó el récord de España en los World Games de 1963 de Helsinki en 7,77 metros una marca que tardaría 13 años en superarse por Rafael Blanquer- y triple salto –consiguiendo una marca de 16,36 en Reunión DN Galan de Estocolmo de 1968 que Ramón Cid batiría ocho años después- con los que fue trece veces campeón de España. Además participó en tres Juegos Olímpicos consiguiendo un diploma en Tokio 1964 al finalizar sexto en la final.
Su efímera incursión musical se decantó precisamente después de su éxito en tierras niponas con arreglos de Waldo de los Ríos, pianista, compositor, arreglista y director de orquesta que trabajaba para el sello Hispavox y que había trabajado para un sinfín de artistas como Jeanette, Karina, Tony Landa, María Ostiz, Los Payos, Los Pekenikes, Miguel Ríos, Paloma San Basilio o Mari Trini.
En invierno de 1965 graba su único microsurco con cuatro composiciones propias «Tú y Yo / Elena / Esa Gente / Ayer te Vi» (Hispavox, 1965). Según declaró al diario ABC para Pipo Areta la música «Esto de la música sigue siendo para mí el mismo hobby que siempre con la diferencia de que ahora ha cambiado de forma. No obstante, el contenido sigue siendo el mismo. Tanto el atletismo como la canción son dos aficiones importantes, sí pero aficiones. He tomado bastante en serio una y otra faceta, pero siempre teniendo en cuenta que son algo puramente temporal.»
Después de su retirada del mundo del atletismo en 1972, trabaja como director adjunto en el colegio Retamar y en centros culturales de formación en Madrid. En 1978 viaja a Sevilla y prepara la tesis doctoral de Teología y en 1980 se ordena sacerdote del Opus Dei –en la cual había ingresado en 1959- ejerciendo de profesor y director espiritual en el colegio Gaztelueta de Bilbao.
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