Thee Suckin’ Dicks

Thee Suckin’ Dicks

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Punk rock a base de guitarras rocosas y escupitajos de cerveza

¡Tío, vamos a montar un grupo de punk de pibas japonesas!, Las Chupapollas, Las Suckin’ Dicks” le decían a Proxe Dick, sus amigos Gigi Gay (bajo), Patrón Golpeador (batería) y Lee Pato Anderson (guitarra), cuando éste subía a cantar en los conciertos de Wilma, el grupo en el que tocaban ellos. Le dejaban encaramarse al escenario para acometer alguna de las canciones con las que terminaban sus actuaciones: “Lo hacía como el culo“, nos cuenta el entonces cantante en ciernes, “entraba mal, tarde, le desenchufaba los cables, les tiraba las copas, me tropezaba con los monitores… El caso es que les hacía gracia“.

Inicialmente la cosa no resultó porque para cerrar la formación de Wilma, banda madrileña de orientación noise, como Sonic Youth o El Inquilino Comunista, que llegaría a compartir cartel con bandas de la escudería Alehop! como Solex, ficharían una voz femenina. Pero la idea del grupo de niponas succionadoras seguiría en marcha, porque sobre 1998 deciden empezar los cuatro como Thee Suckin’ Dicks, con el artículo con vocal alargada en homenaje a Thee Headcoats. Empiezan además grabando una maqueta de temas en directo que atraería la atención de fanzines del momento como Waka Baby y Evil.

De las explicaciones para lo de cantar en inglés (“idioma del rock“, “más fácil no hacer el ridículo con una canción en inglés”…) destaca la referida al “origen geográfico” del combo: “Si eres un grupo de pibas japonesas que hace covers puedes cantar como te salga del trigémino“.

El mismo Proxe se encarga de tentar, con éxito además, a un compañero de la Facultad de Matemáticas, Juanan Brother Tonchu, para añadir a las Suckin’ Dicks una guitarra más: “Llevaba el pelo amarillo y debía de andar ya por su cuarta o quinta banda“, nos cuenta el cantante. En el momento de recibir la invitación, el guitarrista acababa de grabar con No Wonder, algo así como una superbanda, junto a David Krahe, Kiki Tornado y Saulo Rodas.

Empezarían ensayando en La Factoría, unos locales situados por El Puente de Vallecas, y que llevaba El Keli, guitarrista de Asfalto. Posteriormente, cuando los cerraron se trasladarían a unos sótanos debajo del Mercado de La Paloma en la calle Arganzuela, en un local compartido con Panoramix Doble Gota (que cambiarían luego a Supermirafiori).

Su debut tuvo lugar en una fiesta homenaje a Los Nikis en un cartel que lideraban Los Vegetales y en el que también aparecían Durango 95 y ddtAñade este contenido, quienes fueron precisamente los que consiguieron “colar” a las Suckin’ Dicks en el evento. Tras las actuaciones los ddt recibirían la propuesta por parte de Patacho (Glutamato Ye-Yé) para grabar y editar el que sería su primer LP: “Fumígate” (Rompeolas, 1999).

Thee Suckin’ Dicks, por su parte, tendrían que cambiar su lugar de ensayos al comprobar que el instrumental que ya almacenan corre serio peligro al ver que locales de los mismos sótanos empiezan a aparecer desvalijados. El nuevo emplazamiento que escogen son los situados en el Gruta 77 en la zona de San Isidro de Madrid. Allí se enterarían por ejemplo del concurso de bandas que organiza el Indio, responsable de la sala.

Para participar en la primera edición del mismo, la de 2001, sin embargo, deben grabar una nueva maqueta, al no valerles la cinta que tenían en directo. Con prisas para llegar a tiempo para inscribirse, registran con un cuatro pistas en el mismo local y la colaboración de Turbofreddy, guitarrista por entonces de John Deeres, la cinta “Testa di Cazzo Sessions” (2001). En ella incluyen la versión “Sonic reducer” de Dead Boys y “Mistery girl” de Monomen, tema este último que aparecería escrito al revés siguiendo el slogan que utilizaba el grupo en toda su cartelería del momento: “Los Suckin´Dicks han salido del mismísimo infierno, escucha sus discos al revés y dales todo tu dinero”. Completaban la maqueta tres temas propios “Swedish chicken fucker”, “Taliban girrrrrl” y “High risk potatoes”, una canción cuyo título venía inspirado en las patatas alioli que servían en uno de los bares a los que acudían al terminar los ensayos cuando practicaban en los locales de la calle Arganzuela, y a las que exponían a todos los que allí les visitaban.

Tras la grabación de la cinta se marcharía Juanan, quedando Turbofreddy como su remplazo a la guitarra: “Nos había echado el ojo y se ofrece a ayudarnos con la grabación. Cuando queremos darnos cuenta de que no tiene ni puta idea ya es demasiado tarde y es un miembro de pleno derecho de las Suckin’. Hemos perdido técnica pero lo hemos sustituido por electricidad en estado puro… Turbo en directo es un puto calambre”, nos cuentan de aquel cambio en la formación.

Y efectivamente el refuerzo en su directo debió de sentirse, y bien de veras, teniendo en cuenta el resultado final de la participación de la banda en el ya mencionado concurso del Gruta 77. Por entonces el grupo venía de foguearse casi un año en el circuito madrileño de la banda que empieza: Silikona, La Buena Picha.. “En fin, los típicos garitos mierdosos donde al final casi que acabas pagando por tocar” y en las primeras fases de la competición no hacen sino tratar de pasárselo bien sin más. Las semifinales, contra Next Door Aliens, una banda de punk californiano de estética skateboard, se disputaron con el mal humor de Proxe por el fiasco sufrido por su equipo de futbol del alma, el Atlético de Madrid, que a pesar de haber ganado contra el Getafe en la última jornada, no llegó a consumar el ascenso a la Primera División por cuestiones de golaveraje adverso contra el Tenerife. A pesar  de la reconocida superioridad técnica de sus rivales, Thee Suckin’ Dick consiguen pasar a la final: “Sin saber cómo nos hemos hecho con unos cuantos fieles y la gente quiere vernos en la final. De las tres movidas que se evaluaban perdemos por los pelos las puntuaciones de composición y ejecución pero arrasamos en puesta de escena”, nos dicen.

La final contra un grupo de rock gótico, Silesia, es otra cosa. Tocan una tarde de julio de calor sofocante y bajo una tormenta de bebida arrojada sobre el grupo: “El escenario acabó siendo un puto lago de cerveza y el Pato se violentó con el público porque no clavaba ni un punteo chorreando bajo la ducha de cebada“. Eso sí, están mucho más convencidos de sus posibilidades, más que nada por la diferencia de estilo musicales de las dos bandas y las características de la sala que organizaba el evento: “Joder si te llamas Gruta 77 y programas punk sí o sí. El caso es que el otro grupo no lo ve como nosotros y también están convencidos de que iban a ganar. El pibe se mosqueó y todo: Mala suerte señor de negro, siga rascando, hay miles de premios y camisetas esperando“.

Tal y como venía estipulado en las bases del concurso, el triunfo en el Gruta 77 les brinda la posibilidad de grabar un disco. Para la grabación acuden a los estudios Heatroom situados en un polígono de Mejorada de Campo junto al Indio, que hace de productor y el técnico del estudio (“con nombre de jugador de All Star NBA“) Karim Burkhalter que además “tenía tatuado un Principito en el brazo: era un señal“.

Proxe, primerizo por entonces estas lides de estudios se enfrenta a todo un moundo de novedades: “Me entero que primero es graba la batería, luego las guitarras y así. Para cuando me toca a mi soy ya el puto amo del juego de rallys que tienen en la Play.. Técnicamente imbatible por el resto de componentes de la banda”.

El disco, “1977 Limited Edition” (H-Records, 2002), un sencillo de cuatro canciones que figuradamente no tiene cara A, por eso de que en un recopilatorio futuro sólo de caras B pudieran entrar todas, lo editó H-Records. El sello catalán, de Reus (Tarragona), estaba arrancando lo que sería una frenética actividad: llegó a sacar algo así como 50 referencias en menos de cuatro años). Inauguró catálogo con un disco de Torazinas y una lograda edición del primero de The Rippers. En la presentación del mismo tocaron Thee Suckin’ Dicks y en ellos se fijó Lluci, el responsable de la compañía: “Algo debió de ver, aunque supongo que no mucho pues está en el fondo de la sala vendiendo chapitas“. Para la segunda vez en la que coincidieron, al tocar el grupo en el Festival Morcilla Rock de Villarcayo (Burgos) el 20 de julio de 2002 compartiendo cartel con Torazinas, Holy Sheep, Rip kc, The Real McCoyson o Commando 9mm, se consolida el flechazo: “El amor y los barbitúricos nunca han mezclado bien y decide sacarnos un single“.

El disco sale a la calle con un diseño bien atractivo, con portada de ambiente automovilístico (quizás por aquello de incluir el tema “Ford Torino“) y una portada desplegable en el que viene el calendario correspondiente a 1977, con idea de rememorar los 25 años que se cumplían entonces “de lo que era la fecha oficial  del punk en Inglaterra“. Cada una de las 365 copias que se imprimieron venía personalizada, con un día marcado y una frase señalando una pretendida efeméride, tipo “24 de mayo. Richard Hell hace la comunión por lo civil“. Eso sí, llegaron por los pelos porque aunque los temas estaban grabados desde febrero de ese año, 2002 , los vinilos prensados no llegaron desde Checoslovaquia hasta diciembre. Es por ello por lo que tanto Lluci como los componentes de la banda se pasaron las horas previas al concierto terminando de prepararlos discos para la presentación en los mismos camerinos del Gruta 77.

La puesta de largo en directo de”1977 Limited Edition” fue un éxito de ventas, ya que se agotan la mayoría de las copias. Al trajín ocasionado por aquellos que quieren cambiar el disco que les ha tocado con las excusas más peregrinas (“Cámbiame el 3 de agosto que hace mucho calor“, “A ver si tienes la fecha de mi cumple“…. Aseguran que “a la gente más brasas se le inserta vello púbico en el ensobrado“), se une la excitación que traía el público. Proxe rememora algunos detalles. “Voy de corbata y la peña se me engancha de la misma y me tiran varias veces del escenario“. De hecho alguna foto del evento le muestra con el labio partido. “Por no hablar de lo de escupir cerveza que se nos ha ido de la manos. Se lo vi al coleta de Lazy Cowgirls en un bolo en El Sol, pero aquello alcanza ya unos límites insospechado. Nada más salir, a apenas un palmo de la cabeza del Patrón estalla un tercio lleno. En general, la peña se pilla dos minis en la barra, uno para beber y otro para tirarnos“.

A pesar de la pretendida referencia al punk inglés del 77 lo cierto es que los cuatro temas que componían el single de debut de los madrileños estaban más cerca de ser deudores del punk arisco de bandas norteamericanas como Dwarves o del espectro australiano más cafre. Enfrentados a esta cuestiones estilísticas, y tras mencionar las preferencias originales de cada uno antes de formar el grupo (el noise de cuando estaban en Wilma, los sonidos aussie de Juanan, la similitud con los sellos Estrus, Crypt…) terminan por referirse a las versiones en su repertorio: “El termómetro lo marcaban un poco las versiones que hacíamos. Durante algún tiempo las teníamos de Fuzztones, Sonics o Monomen, para a continuación colocar otra de New Bomb Turks o Supersuckers. Creo que la banda respondía mejor en esos registros. Luego empezamos a echar el reloj para atrás y eran ya de los Pagans, Dictators o Dead Boy“.

Las Suckin’ Dicks fueron granjeándose una reputación por sus directos. Ataviados con medias, con pasamontañas negros con un 8 cosido, con trajes, pinchos o abalorios varios: “Si vas a un concierto siempre esperas algo distinto a lo que te puede dar pincharte el disco en casa”. Al menos ese es el tipo de espectáculo que veían en los conciertos a los que iban como espectadores. Preguntados en su momento en el fanzine Waka Baby acerca de su costumbre por salir enmascarados aventuraban razones poco creíbles: “Hay que motivar el rollo violento, que la gente se cague en nosotros. Así consiguen liberar la tensión de la semana que es muy dura“.

Además su cantante empieza a consolidar un estilo propio y característico en su manera de encarar al público, como cuando tocaron con Sarcastic Bombs. Apadrinados por entonces por Kike Turmix y con una grabación reciente bajo el brazo, eran una de las bandas del momento. Suckin’ Dicks consiguieron un hueco en el cartel del concierto con ellos gracias a Nacho (posteriormente Holy Cobra), a la sazón amigo de Lastrick, banda de hardcore tipo Circle Jerks, con los que tocaron en el concurso de bandas del Gruta77. Proxe logra colar también a unos amigos suyos, Los Ruinas, que se alargarían más de lo estipulado inicialmente. Para no poner en peligro la actuación sin premuras de tiempo de los cabezas de cartel se decide cambiar el orden de las bandas en último momento, dejando a los Suckin’ Dicks para el final. Cuando les llega el turno se les ha avisado del poco tiempo que les queda. Salen al escenario con el público bien caliente, por lo que el cantante decide pasar al ataque frontal: “Tenemos veinte minutos para tocar pero nos sobran diecinueve para romperos el culo”. Tras lo cual se desencadenó el apocalipsis.

De igual manera tocaron en El Sol, acompañados de nuevo por ddt, que acababan de sacar su segundo LP. Además de frente a una sala abarrotada de público, a Suckin’ Dicks les toca lidiar con un personaje inesperado. Así lo contaban en entrevista para el fanzine Superpunk: “Había por allí un tipo que estaba grabando un programa piloto para TVE en plan CQC. El pollo se debía creer muy gracioso y en la mitad de un punteo de Lee se subió al escenario con la cámara, y no se qué coño le preguntaba al Proxe. Éste se limitó a escupirle cerveza a la cara pero el prenda seguía erre que erre. A la cuarta bocanada que pilló decidió bajarse porque la cámara estaba empapada. Por supuesto el programa nunca llegó a emitirse“.

La formación experimentaría variaciones con el paso del tiempo. Primero entró Sebas Artis Murtis al bajo al salir Gigi y posteriormente, al entrar Dani Truchi (Sarcastic Bombs) para encargarse de dicho instrumento, Sebas pasaría a la guitarra.

El debut de la formación se produciría en un marco inmejorable: el Villa de Bilbao o Bilbo Rock.  El certamen tenía entonces una aureola de prestigio, con ganadores como Los Potros o Doctor Explosion en ediciones anteriores. Los madrileños se ganaron la posibilidad de participar tras enviar a la organización la maqueta “Testa di Cazzo Sessions”.

Tocaron con Tokyo Sex Destruction, con los que bromeaban al comprobar que las iniciales de ambas bandas coincidían en el bombo que compartieron para la actuación. No recuerdan el evento como uno de sus mejores momentos: “Uno de los peores concierto (…) frío e incómodo. La sala y el horario tampoco acompañaban: se tocaba a las 18:00 en La Merced y no se vendía alcohol; sólo había una máquina de cerveza a la entrada“.

Dejaron la capital en numerosas ocasiones para tocar en diferentes sitios, en giras, por lo general organizadas por Patrón, que era el encargado de enviar las maquetas que tenían y contactar con los garitos correspondientes: Asturias, Galicia, Levante (“donde teníamos hasta fans de esos que se hacían 200 kilómetros para verte. La peña por allí está fatal, creo que es por el viento“). Tocaron en sitios donde había que esperar que terminara Rosa, de Operación Triunfo, en locales clausurados por la policía en los que los dueños se pasaban la velada subiendo y bajando la verja para ir dejando pasar a la gente, como en su primera salida, que fue en Mérida.

La del Bilbo Rock no fue la única vez que llegaron a actuar en Euskadi. De aquellos conciertos Dani recuerda el que dieron en San Sebastián: “Una muchacha del público se acercó al escenario con la mala suerte de que en ese momento Proxe se venció hacia adelante desde el borde aterrizando los dos en el suelo. Aún me retumba en el oído el ruido que hizo la espalda de ella sobre el suelo. Pensábamos que se había roto la columna, pero por suerte la chica era de la tierra. Si llega a ser de Alpedrete ahora estaría con muletas“.

Proxe por su parte nos cuenta de la vez que tocaron en Urdulitz (Vizcaya), donde actuaron en una herriko tabernahasta el culo de gente del entorno de la izquierda abertzale“. Algo debió de notar en el ambiente porque en aquella ocasión se ahorró la gracia que solía hacer de declararse votante habitual del PP y emprenderla a insultos con el respetable calificándo a todos de rojos. “No omití en cambio otra bastante recurrente, la de la banda mainstream en gira. Siempre he odiado los capullos esos de ‘Gracias Madrid’. Así que todos los conciertos eran en una ciudad americana diferente. En el camerino, al principio del bolo, se decidía el sitio. Así por ejemplo decía: ‘Buenas noches Memphis, sois un público estupendo´. También servía por si se grababa el concierto, entonces era Live in Dallas. Aquella noche en Urdulitz, llegando hasta el final, solté algo así como: ‘Gracias Tucson, es nuestra primera vez en el estado de Arizona’. A lo que rápidamente alguien del público respondió: ‘Ehhhhh ¡Ha dicho Estado!.

Abierto el capítulo de anécdotas en sus actuaciones, el Patrón se acordaba del churrero de las fiestas de Coslada, cuando tocaron en la carpa de IU, que “paró de hacer churros y se echó unos bailes mientras que la peña seguía haciendo cola esperando a que volviera a su puesto”. También surge en la conversación “el megahostión de Sebas en Oviedo al intentar subirse al bombo. A él no le pasó nada pero la guitarra acabó deshecha. Descojone total del personal menos el Pato, que era el dueño de la guitarra”.

La banda vive por entonces un buen momento: “Salíamos todos los meses algún fin de semana a tocar por ahí e íbamos todas las semanas a 2 ó 3 bolos, con 3-4 salas programando activamente”. El grupo además recuera a Juanan, que entra para cubrir la salida de Sebas. Volvería pues “la calidad técnica, buen gusto y atención a los detalles”. Hasta Proxe confiesa haberle dedicado entonces algo más de atención a las melodías de las voces. Deciden pues repetir grabación en Heatroom y edición con H-Records.

El disco resultante de ello, “Think Twice” (H-Records, 2004), grabado en ratos libres de mayo y noviembre, sale en formato de 10” y contó con la ayuda de Pelayo (ddt, Los Acusicas) para poner teclados. El nuevo trabajo aporta versión de los Lurkers  y grandes momentos como los de “Voices” o “The top of my knife” por ejemplo. Dicen que precisamente con esta última es “lo más parecido que llegáramos a sonar a punk 77 UK. A todos nos gustaba mucho pero creo que sonamos a otra cosa más híbrida”.

Su punk-rock rocoso hace pensar en las durezas que se destilaron en Madrid, viniendo a conformar los que algunos identificaron como sonido Malasaña. Pero el caso es que aquella escena, de haber existido alguna vez, tenía ya a nombres consagrados desde hacía algún tiempo antes de la irrupción de bandas como Thee Suckin’ Dicks. Hablan de Dover, Los Coronas, Adult Oriented Punk… Ellos se veían más bien pertenecientes a una segunda división, “al resto que no era Malasaña. La característica principal era esa. Era todo muy heterogéneo, yo creo que aquello fue su éxito y también su muerte. Musicalmente eramos tan dispares que al final no funcionó”. En aquel saco entraría la lista que incluyó en su momento la revista Ruta66 cuando quiso describir el panorama de Madrid en 2004: The Imperial Surfers, Spanky Darth Vader, Los Chicos, Fumestones… pero ellos hablan de muchos más, de Chingaleros (a los que adoraban) Carbonas, Sweet Nothings, Sugus, Muletrain

Finalmente deciden parar. La trayectoria de la banda había sido algo más larga de lo inicialmente planeado: “Éramos un grupo de combustión rápida, así que supongo que duramos demasiado. El resultado de la grabación de “Think Twice” fue realmente notable pero nos exigió una tarea titánica para conseguir encontrar los lugares comunes. Los grupos funcionan mejor cuando son dictaduras que cuando cinco tíos democráticamente tienen que ponerse de acuerdo. Al final creo que lo dejamos en lo más alto: los directos de la última época aún conservaban algo de esa componente de caos pero ya éramos una banda realmente solvente en directo”, nos dice Proxe.

Tras sincerarse deciden no desperdiciar la ocasión para el desparrame: “Creo que era lo más honesto para nuestros fans”. Hicieron incluso una gira de despedida en 2005, el Finiquito Tour, que entre marzo y abril les lleva entre marzo y abril por diferentes puntos de la geografía española: Madrid, Soria, Asturias, Toledo…

Una vez disueltos Thee Suckin’ Dicks, Patrón, Pato y Dani junto a Nacho (Holy Cobra) y Kika forman Von G.R.A.P.A. Proxe por su parte, antes de terminar por unirse a ellos para cubrir la vacante que les quedó al micro, participaría en Navajazo, un proyecto que englobó a Raúl (Pili y su Lechones, Fabuloso Combo Espectro), Enrique (Bolas Chinas) y Antonelli (Capitán Entresijos). El grupo ensayó unas tres veces, daría dos bolos y grabaron un tema que terminó abriendo la cara B de “Vaya Mierda” (Hillside Stranglers, 2006), un recopilatorio irrepetible.

Cuando también acabó Von G.R.A.P.A., tras dejar unos cuantos singles, el núcleo común que venía de Thee Suckin’ Dicks seguiría unido en Vigilante Gitano, para el que también reclutarían a Pelayo. Juanan por su parte siguió en activo en varias bandas: Crazy Mandingos, Down Down Down, Los Tiki Twangers.

A las Suckin’ Dicks se las volvió a ver en directo en 2010, cuando el Gruta 77 celebraba sus décimo aniversario. Para la ocasión la banda llenó el escenario con todos los miembros que habían pasado por la formación en algún momento, y Proxe no escatimó esfuerzos en rememorar viejos tiempos y se aventuró a colgarse por el techo de la sala para pasar por encima del público. Cuando volvió con sus compañeros que seguían tocando, lo hizo con los pantalones y calzoncillos por los tobillos y calado de cerveza porque el público se los había bajado. Las Dicks se acabaron pero el caos que habían sembrado en sus directos seguía bien presente en las mentes de los que les habían visto.

Álbumes:

Larga duración:

Think Twice

2004

Repitieron alguna de las coordenadas los madrileños en su segundo trabajo. Optaron de nuevo por los estudios Heatroom (aunque en...

Corta duración:

1977 Limited Edition

2002

se habían ganado el derecho a una grabación de un disco por haber salido vencedores en 2001 del primer concurso...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

ddt

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