Ruizpantaleón

Dos años tardaron en elaborar este disco Maxi y Jaume. Y no porque no tuvieran clara las ideas sino por falta de tiempo y para dar con la tecla adecuada. Grabado en los estudios Sierra Wave de Maxi, el disco contó con la colaboración estelar de Enrique Morente, además colaboraciones puntuales como de DJ2D2 y Dive Dibosso compañero de estudio de Maxi, a los mandos.

En los primeros compases del álbum hace que nos temamos lo peor. No porque suene mal ni nada parecido. Sino que lo que a priori uno podía esperar, una fusión musical de Maxi y Jaume, no se produce. En los dos temas que abren este disco se nota la preponderancia de uno sobre otro. De la parte electrónica en “La terra és nostra”, donde la guitarra parece poco más que un acompañante, y de la guitarra en “Baile del diablo” dejando en un segundo plano a Maxi.

Pero los temores se disipan rápidamente. Llega la enorme “Verde esmeralda” y la cosa cambia. Tanto la guitarra como los sonidos electrónicos están a la par, y a pesar de que al final no pudieron contar con el francés Dominique A, el tema no se resiente. Durante sus doce minutos el tema fluye de un modo preciso y precioso. Al igual que su continuación, la más ambiental “La ciénaga”.

A continuación llega el tema más sorprendente del lote. «Chan chan chan«, cuatro minutos de locura kraut que es donde más funciona la improvisación dentro del álbum junto con “Dolero” y “La terra és nostra”.

“Mía” es otro giro experimental dentro del sonido Ruizpantaleón, mientras que cierra el disco “Caballo”, otra vuelta a las andadas donde la predominancia de la guitarra desluce un poco el tema. Entre medias lo mejor del disco, el tema «Escrito a máquina«, cantado por Enrique Morente sobre un texto del pintor Pablo Ruiz Picasso.

El mayor pero de la grabación es que en los temas se nota demasiado cual es de cada uno, lo que hace perder una cierta coherencia al conjunto del disco. La diversidad de los sonidos es interesante dentro de una base común. A pesar de todo esto, la simple grabación de los temas “Verde esmeralda” y “Escrito a máquina” ya justifica la mera publicación de este producto.