Pilseners

Compañeros de promoción de bandas como Suburban Rebels, Opciò K95 o Remences, Pilseners fueron protagonistas del Oi! de la Barcelona de los 90 que acababa de celebrar los Juegos Olímpicos. Con las dos primeras llegaron a compartir local de ensayo, componentes de la banda y “multitud de aventuras y borracheras”. Llevaban en su código genético la impronta de lucha y protesta junto a identificación plena con su origen catalán. “Tenemos una relación muy estrecha y especial con todas estas bandas, ya que además de amigos venimos de la misma movida y tenemos muchas cosas en común, también a nivel ideológico y de posicionamiento. Todos nacimos en la Barcelona postolímpica con un fuerte auge del fascismo que se pretendía adueñar de la cultura skinhead. En gran parte surgimos y existimos para revindicar esta auténtica cultura de la calle y sus orígenes, de clase trabajadora, popular y antirracista, y también para contrarrestar y combatir al fascismo y a todos los demás tentáculos oscuros del sistema capitalista” indican de forma tajante.

El núcleo que dará lugar posteriormente a Pilseners se gesta en Licor 43, el grupo que forman amigos del instituto en 1993 para hacer versiones de punk y Oi! de clásicos como Kortatu o 4Skins. Se trata de Guifré a la guitarra, Marc –Petit- como cantante y Riba al bajo, mientras que para la batería irían contando con diferentes integrantes. Alquilan un local para ensayar a finales de ese mismo año en el barrio de Gràcia de Barcelona produciéndose cambios en la formación, que quedará como: Guifré (guitarra), Raül (batería), Jordi –Almo-(cantante) y Dani –Prim-(bajo). Es en este formato de cuarteto como se produce la transición ya en 1994 a lo que terminará siendo la primera formación de Pilseners.

“Éramos todos de un grupo de amigos que, entre otras cosas, compartíamos el activismo político de extrema izquierda, revolucionario i independentista dels Països Catalans, la fascinación por la movida Skinhead i la pasión por nuestros colores, los del FC Barcelona, y sus gradas. Y, por supuesto, las ganas de hacer música”, cuentan para definir lo que les une en sus comienzos. Es precisamente el guitarra, Guifré, el que da con el nombre ligado a la cerveza para el proyecto que acaban de poner en funcionamiento.

Criados en una época en la que no existe internet ni redes sociales, la música les llega a través de los intercambios de cintas de cassette con amigos en los lugares que frecuentan: “las gradas del Camp Nou, en los bares que frecuentábamos o en el Parque Monteroles fumando unos canutos”. Las primeras referencias que escuchan corresponden a música que les pilla cercana: Kortatu, Skatalà, Decibelios, Desperdicis Clínics, Inadaptats,… Posteriormente la oferta se completa con ingredientes del punk Oi! de los 70 que vino del Reino Unido: Cocksparrer, Sham 69, Stiff Little Fingers, Cockney Rejects, Angelic Upstarts, 4Skins, …Todo ello contribuye a inspirar el sonido original de la banda.

El debut en un escenario delante de público se produce con el concierto que dan en febrero de 1995 en la Plaça del Diamant del barri de Gràcia de Barcelona, junto con Suburban Rebels.

La banda reforzaría su sonido en esta primera etapa con una segunda guitarra. Primero incorporan a Iván –Pollito- para ello y poco después a Sònia Cho. Así como quinteto entran los días 18 y 19 de noviembre de 1995 a grabar una cinta a modo de maqueta en un pequeño estudio del barrio de Sants de Barcelona, utilizando para ello un equipo de cuatro pistas. “Éramos jóvenes y desbordábamos energía. Fue una grabación rápida, espontánea, con alguna improvisación y con escasos medios técnicos”, recuerdan de aquella grabación.

Aunque de sonido algo casero, la cinta que resultó de aquella sesión, “Pilseners” (Plastic Disc, 1996),  tiene temas contundentes e intensos dedicados al Barça, a su tierra, a historias de “peleas, risas, conciertos y cervezas” en una época en la que punks y skins estaban por todas partes. Igualmente cantan a un pueblo que ha de levantarse contra la tiranía y de ese día en el que unidos lograrán la libertad. Todo siguiendo los parámetros canónicos del Oi!, con la garganta rota de Jordi poniendo voz sobre el fondo rocoso que le preparan unas guitarras quejumbrosas. Uno de los temas incluidos en la maqueta, «El despertar roig», estaba compuesto precisamente por la guitarrista Sònia.

En 1996 tocarían en la sala Garatge acompañando a dos bandas británicas de renombre: Red Alert y Red London; una experiencia que no dudaron en calificar como “¡Brutal!”.

A finales de los 90 se produce la salida del grupo de Jordi. Lo hace cuando el grupo tiene material nuevo de sobra ya compuesto y bien trabajado. Le sustituye Frederic que es quien pone la voz en la nueva grabación que acometen Pilseners: “Acer Roent” (Plastic Disc, 1999). Para prepararlo entran en un pequeño estudio de un pueblo cercano a Barcelona trabajando con un técnico de confianza para la banda. Recuerda la banda que se trató de una grabación muy ágil y previsible, sin complicaciones: «Todos los temas estaban muy machacados y hacía tiempo que estaban compuestos. Los habíamos ensayado mucho e incluso tocado múltiples veces en concierto«.

La nueva entrega supone ya cierta evolución con respecto a lo mostrado en el primer disco, que reconocían haber grabado con el frenesí del momento en que se grabó: “En la grabación de la maqueta éramos muy jóvenes Acer Roent está más trabajado y se empieza a ver una evolución” comentan.

El disco, que titulan con referencia metalúrgica al acero al rojo vivo, no hace sino reincidir en lo mostrado con la maqueta de presentación. Hacen hincapié en temas de alto contenido reivindicativo: «Stalingrad», «Nits de glòria», «El pi de les branques» donde promulgan la construcción de los Paisos Catalans socialistas e independientes, o el mismo corte que da título al disco. Su sonido, más trabajado que en la cinta de debut, se ha reforzado con guitarras de rock contundentes.

Pasaron cuatro años hasta que Jordi volviera de nuevo a la banda. “Siempre habíamos sido amigos y hablábamos continuamente”, comenta el cantante, descartando así que su regreso fuera el resultado de un proceso tortuoso o complicado de reconciliación. Volvió, además, justo a tiempo para preparar nuevos temas con los que preparar un nuevo disco. “Herois del Nostre Temps” (Bullaranga, 2003) se grabaría entre los meses de julio y octubre de 2003 en la Rulot con Pau y Cavall Bernat Climent al cargo de las cuestiones técnicas. El disco contenía temas como «Un cant a la senyera», «Parla català» o «Temps de llibertat» que hablaban bien a las claras de que el compromiso político de la banda no cejaba con el paso del tiempo. Recuperaba igualmente el ya mencionado «El despertar roig», que ya estaba incluido en la cinta de cassette de debut Pilseners.

En alguna ocasión se ha hablado de la música de Pilseners como rock per la independencia, atribuyéndoles incluso protagonismo directo en lo que vendría a ser difusión de la cultura del Països Catalans y de promover la independencia de Cataluña. Preguntados recientemente en Ruta 66 sobre la importancia que concedían a su identidad catalana a la hora de componer su música, Jordi precisaba: “Nuestra identidad es importante porque no renunciamos a nuestras raíces y nos enorgullecemos de nuestros orígenes y nuestro pasado, porque es con lo que nos identificamos, pero sin menospreciar en ningún caso otras identidades y orígenes. Junto con la revolución y la justicia social luchamos por la liberación de nuestra tierra, els Països Catalans (de Fraga a Maó i de Salses a Guardamar). Cantamos en catalán porque es nuestra lengua y nos sentimos más cómodos y porque nos da la gana. Evidentemente todo esto también impregna nuestra música y letras”. Música y letras en las que también tiene cabida otro aspecto al que no dejan de darle importancia: “También nuestra pasión por el FC Barcelona y las gradas influye en nuestra música y en nuestras vidas”.

Cabe preguntarse entonces si Pilseners aceptaba la etiqueta de banda política o centrada en canciones de contenido político: “No nos definiría como un grupo político: Los Pilseners somos un grupo de rock callejero y rebelde y nuestra esencia es contestataria y revolucionaria contra este sistema capitalista que oprime a las clases populares y promueve este gran desequilibrio e injusticia social. Por tanto, la lucha contra el fascismo, el racismo, la homofobia y todo tipo de sexismo también son nuestra seña de identidad. Y todo ello inspira nuestra música y nuestras letras. La música es otra manera más de luchar, protestar y construir, y ésta es nuestra esencia”. De hecho, le gusta precisar: “Más que políticos diría que somos inconformistas y revolucionarios”.

Tras Herois del Nostre Temps el grupo pasa por un tiempo de parón. No sería hasta 2010 que deciden retomar la actividad, volviendo con la incorporación de Joan (Punysfora) como segundo guitarrista. El regreso de la banda desencadena además un mecanismo en cadena: “Hicimos un concierto. A partir de ahí la gente se enteró de que habíamos vuelto y nos llamaron para hacer algún concierto más”, explicaban en la web de Ruta 66.

Un par de años después, ya en 2012, también se añade como segundo cantante a Marc, antiguo amigo de la banda que había cantado antes en la banda de ska y reggae Skatobeat.

Uno de los conciertos más sonados en esta reaparición es el que dieron en el Antifa Fest celebrado en La Bàscula de Barcelona celebrando el 10 aniversario de Mai Morirem Crew, la tienda de Raül componente de Opciò K95. El evento duraba dos días, el viernes 30 de noviembre y sábado 1 de diciembre, quedando encuadrados Pilseners en el concierto del primer día junto a la banda local Confront y los valencianos Orgull de Classe. El festival lo cerraban las actuaciones al día siguiente de Cor Fort (banda del Penedés), Opciò K95 y los galeses The Oppressed.

Pilseners, desde hacía años considerados como banda mítica del punk catalán, consigue despertar el interés de sus seguidores cada vez que deciden reaparecer para tocar. Y es que la buena acogida que tienen en cada actuación que deciden hacer les anima a seguir poco a poco. Ejemplos de estas actuaciones son los conciertos dados el 23 de abril de 2016 con motivo de la Diada de Sant Jordi en la sala Estraperlo de Badalona junto a Punys Fora, The Anti-Patiks, Dropols y The Demencials. O cuando tocaron en la sala La Boite de Lérida el 14 de abril de 2018 junto a la banda local Codi de Silenci.

Durante 2018 Pilseners participan en varios eventos: el viernes 1 de junio participan en el concierto que bajo el nombre Mai caminaràs sol, Estima Catalunya. Odia el feixisme, les empareja en el mismo cartel con The Demencials y Revenja en la sala Upload de Barcelona. El 21 de junio acompañan a Milicians y Demencials en La Cabra de Vic.

Probablemente uno de los conciertos más emotivos que han dado en esta nueva etapa que se ha concedido la banda fuera el que dieron con sus queridos Suburban Rebels el 9 de febrero de 2019 en la sala Upload. Al menos no dudaron en aprovechar la ocasión de inmortalizar la ocasión con la edición de “Pilseners / Suburban Rebels Live and Loud” (Daily Records / Mai Morirem, 2020), un directo concebido con ganas de rememorar la mítica serie Live & Loud del punk británico. Cada uno de los grupos despacha 7 temas en la cara del vinilo que le corresponde. Pilseners recopila temas de los dos discos de estudio e incluso el «Hi nem» y «Despertar roig» de la maqueta. Disco con diseño realmente atractivo que supone todo un homenaje que se conceden las dos bandas amigas. Preguntados por los motivos que les llevaron a la edición del compartido, responden sin problemas: “Nos reencontramos en el escenario al cabo de muchos años y, cómo no, había que celebrarlo e inmortalizarlo grabándolo”.

Donde no volvieron a coincidir con Suburban Rebels a pesar de lo planeado inicialmente fue en el festival celebrado en La Mirona (Salt) el viernes 6 de diciembre de 2019. En el cartel aparecían nombres como Banda Bassotti, Desperdicis Clinics, K.O.P., y Rotten XIIIAñade este contenido entre otros.

El caso es que, desde su regreso a comienzos de la segunda década del siglo XXI, en el que van desgranando actuaciones que se van sucediendo una tras otra, Pilseners se ven embarcados en una dinámica creativa casi por necesidad: “Nos van llamando para hacer diversos conciertos, y vamos ensayando y sacando algún tema nuevo que ya teníamos en la cabeza. El hecho de repetir siempre el mismo repertorio en los conciertos nos empuja a seguir creando algún tema para poder variarlo”. Es entonces que el confinamiento provocado por la pandemia que trajo la COVID, les proporciona el tiempo necesario en ese proceso de creación que termina desembocando en la elaboración de todo un nuevo disco: “Primero, grabamos todos los temas en un pequeño estudio con Oriol y Peach, en formato maqueta, para poder acabar de afinar y matizar todos los temas”. De esta primera grabación saldría el single “Som una Generació” (Tough Ain’t Enough, 2022), una canción que la banda había compuesto “dedicada a la lucha antifascista y con la colaboración de Betlem Agulló”, nos cuentan, refiriéndose a la hermana de Guillem Agulló, el joven militante de izquierdas que murió acuchillado en Castellón de la Plana en 1993.

Más tarde completan el trabajo con la edición de “No Hi Ha Demà” (Kasba, 2022) el LP con el que Pilseners constatan la vuelta a la actividad en esta segunda oportunidad que se concedieron. Fueron para ello al estudio EM en Tarrasa (Barcelona) de Xavi Escribano, el batería del grupo Anti-Patiks, mientras que la masterización se realizó en el estudio Ultramarinos de Sant Feliu de Guixols (Gerona); de ella se encargó Santi García. Sobre la elección del estudio en el que trabajar contaban: “Sondeamos un poco, sobre todo los guitarristas, Joan y Guifré, que son un poco más activos. Estuvimos viendo diferentes estudios. Teníamos referencias de Xavi. Fuimos a hablar con él y nos cuadraba muy bien”.

Del nuevo disco se dijo que contenía un sonido moderno en el que se podían establecer parangones tanto con la oscuridad de Joy Division como la distorsión en las guitarras de Blitz o Last Resort. Sobre la posible diversidad de sonidos en comparación con trabajos previos mencionan la amplitud de miras en las influencias de la banda con el paso de los años. “Además somos 6 y cada uno aporta sus propias influencias. Muchas veces no son sólo del punk Oi!, sino que vienen de muchos estilos de música distintos”, comentaba Jordi al respecto. El cantante reconocía por otro lado cierta evolución que les llevaba a buscar “mayor intensidad y fuerza en los temas, pero no a base de velocidad y aceleración. Es verdad que ahora probablemente nuestro sonido sea más maduro, pero si Pilseners se caracteriza por algo es por hacer un punk rock muy melódico”. De hecho, resaltaba la capacidad de la banda en la creación de temas que son acogidos entre sus seguidores como auténticos himnos.

El disco volvía a visitar escenarios similares a los planteados en trabajos anteriores, refiriéndose a pasajes o personajes históricos relacionados con la historia reciente y pasada de Cataluña, haciendo mención a la lucha por su independencia. Preguntados por el posicionamiento de la banda, Jordi especifica: “Dado que priorizamos la protesta, la música nos sirve para canalizar toda la lucha y sí, nosotros, ante la situación que vivimos nos colocamos en un extremo. A mí me gusta la gente que se posiciona y en la música igual. La vida es política y hay que posicionarse. Pasa igual con la música, con cualquier estilo”.

Para presentar el disco dieron un concierto el 2 de diciembre de ese mismo año en la sala Bóveda de Barcelona enfrente de 500 seguidores entregados. Para la ocasión les acompañaban The Demencials y Revenja. Antes tocaron el 26 de marzo en La Alternativa en La Bisbal d’ Emporda (Gerona) compartiendo cartel con Milicians y M.E.L. y el 22 de mayo en La Cabra de Vic (Barcelona) junto a Eterns, Ratpenat y Kid Tunero.

En la agenda de la banda se incluyen por tanto los planes para presentar el disco, primero por toda Cataluña y, posteriormente, por el resto de la geografía peninsular. Todo ello compaginando con las obligaciones familiares y laborales de sus componentes.