Peluquería Canina

La idea de montar un grupo juntos ronda por la cabeza de tres amigos, Riki, Ángel (Mano de Mono, Juanita y los Feos, Sierra Leona, Las Venas) y Carmelo (Tropicalianegra, Hollywood Sinners), desde hacía ya bastante tiempo. Sin embargo no es hasta el regreso a Madrid del primero desde Barcelona, a donde había ido a trabajar, que se pueden poner manos a la obra.

Junto a Riki regresa tambien Manu (The Phantom Keys), con el que habían intentado poner en marcha en la Ciudad Condal infructuosamente Mapache: «Tocaba la batera, pero como soy bastante malo en ello, no salió adelante«. Para el nuevo proyecto, sin embargo, de lo que se encargaría Riki sería del micrófono, ya que la sección rítmica ya estaba completa (Carmelo a la batería y Ángel al bajo) y la guitarra era cosa de Manu. Además ve más fácil así dar salida a las letras que lleva ya un tiempo escribiendo.

Se deciden por el nombre de Peluquería Canina: «Se le ocurrió a Riki«, contaban para la revista Vice, «Nos lo dijo y nos moló. Después se acojonó y propuso Cago Fuego. Pero nada, nos quedamos con Peluquería Canina y entramos en el mundo de los nombres de bandas que es imposible googlear«. La ocurrencia les obliga, eso sí, a precisar cuando se les pregunta: «Somos conscientes de que es un nombre que choca un poco. Las letras, el sonido, el diseño que llevamos es más serio que lo que el nombre te puede decir de primeras«. Los ensayos comienzan en 2013 y comprueban que la cosa podía funcionar: «Nos gustaban los ensayos, nos lo pasábamos bien y nos gustaban los temas«… Tenían grupo.

Rápidamente comprueban que los derroteros musicales que toman los temas que van surgiendo están claros: «Punk, con todas las connotaciones que se le pueda poner a esto«. Además la cosa parece marchar a toda prisa y pronto se plantean lo de grabar material: «Vimos que teníamos cuatro temas que nos gustaban y salían bien, Las ganas de tener algo editado hicieron el resto«. Así que en marzo de 2014 se cierran en DGR Sónica con Ramón Moreira -Krater- (Ginferno) y salen con los cortes para estrenarse en un sencillo.

El disco sale editado en Blondes Must Die por la química que se establece de forma inmediata entre Paco Plan B, responsable de la compañía, y la banda: «Nos gustaba su sello, nos gustaba su filosofía y nos lo puso muy fácil«. «Cerebros» (Blondes Must Die, 2014) contiene canciones trepidantes con reminiscencias, por qué no, de la chulería y rock macarra de algunas de las bandas en paralelo de sus componentes. El debut de Peluquería Canina sorprende por la inmediatez de su pegada y la suciedad punk de sus cuatro pildorazos.

Además de los conciertos en la misma capital, Peluquería Canina han salido en mini gira por Galicia y Valencia, incluso cuando aún no tenían el disco editado. Una vez que salió el vinilo a la calle, les han llamado de muchas otras partes.

Puestos en algún aprieto cuando se les pregunta por posibles conexiones con grupos similares, recurren exclusivamente a las preferencias personales para enumerar a Nueva Autoridad Democrática, Sudor, Antiguo Régimen, YpsilonAñade este contenido… No sería descabellado por otro lado emparentarlos con la vertiente más gamberra del denominado Galician Bizarre (Novedades Carminha, Metralletas Lecheras, Lee Van Cleef o Srasrsra).

Peluquería Canina arrancaban vigorosos motivados por el buen ambiente creado entre amigos que finalmente se reúnen como siempre habían imaginado. Quedaba comprobar que la hiperactividad de algunos de ellos en otras muchas bandas no impide la estabilidad del proyecto. Una de las primeras pruebas de fuego fue la marcha de Ángel a tierras escandinavas en octubre de 2015. A pesar de lo cual, antes, la banda había encontrado hueco para entrar en los estudios Tigruss de Gandía en marzo de 2015 para grabar material con el que editar su primer LP.

La edición del mismo tuvo que retrasarse enormemente por retrasos desde el otro lado del Atlántico, ya que enviaron lo masterizado en Fantompower al sello Going Underground. No fue hasta mediados de 2016 que por fin se puso a la venta «Jóvenes Promesas» (Going Underground, 2016), toda una confirmación de los mejores augurios despertados con el EP de debut. Mejor sonido y muchos grandes momentos en sus surcos, en los que se podía apreciar quizá una gravedad mayor en las letras. Atmósferas cuidadas y guitarras cortantes y reverberantes acercándose a efectos antes escuchados en los californianos Dead Kennedys.

El disco se presentó en Madrid en junio de 2016 en la sala madrileña Fun House, aunque seguramente ya se desgranaría en la escapada Copenhagen, la ciudad de residencia de Ángel, en enero de ese mismo año.