No

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El amargo final de la promesa del punk donostiarra de los 80

La historia de No es la de una banda maldita; un combo que estaba llamado quizás a escribir uno de los episodios más grandes del punk que hubiera dado jamás la ciudad de San Sebastián y que sin embargo tuvieron que quedar apeados viendo cómo se marchaba el tren que se suponía les iba a llevar a lo más alto. Aunaron actitud y la amplitud de miras suficiente para que desde fuera de Euskadi se les reclamara para participar en discos históricos o tocar en salas emblemáticas. A su vez, con sus actuaciones cortas y trepidantes aseguraron el apoyo de una parroquia local bien amplia, que pedía su presencia independientemente de quien acompañara en el cartel. La salvaje década de los 80 en la que les tocó desenvolverse, con violencia en la calle y en los conciertos, con químicas artificiales para vivir todo más deprisa les pasó cruel factura.

El emplazamiento geográfico en el que se gesta el nacimiento de la banda es la zona de bares de lo viejo de San Sebastián, a finales de los 70. Quienes vivieron aquellos años constatan que en aquellas calles “las cazadoras negras y el rock and roll no estaban muy bien vistos. Era la época dura de la heroína, las pelotas de goma y las bombas“. Allí no se oía música, salvo cintas de cassete de Benito Lertxundi o Pantxo eta Peio. Las únicas excepciones eran las de bares como el mítico El Huerto en la zona de Reyes Católicos, que se convirtió en punto de encuentro para muchas cuadrillas de amigos donde escuchar a los Ramones, Sex Pistols y la música que pinchaban sus camareros, como Iñako (Iguana Bar). En ese bar llegarían a tocar Asco, Negativo o Los Elásticos, y fue allí precisamente donde Fernando Santacana, toma contacto con el punk, y donde compone con su guitarra española en colaboración con su amigo Josean Arakistain (El Panadero) una canción sobre un yonki: “Jimy, Jimy“.

Cerrado el bar por imperativo del Ayuntamiento (también sufrió un atentado de ETA porque en el local se consumían porros), será en otro, el Bowie, (dirigido por Juan Carlos Vaqueriza) el que se convierta en el nuevo centro neurálgico de la actividad musical. Nando, que por entonces ya había organizado un concierto en el que tocaron 9 grupos locales como Basura o Aristogatos (en el que militaba Mikel Erentxun), conocería en dicho local a  Iñaki Pérez Peñamaría -Pinotxo-. Al enseñarle la canción que ha compuesto, su nuevo amigo se ofrece a cantarla, decidiéndose ambos a formar un grupo. Para ello Pinotxo le presenta a Javier López García batería en Iguales y tú con fama de ser uno de los más rápidos de Euskadi con ese instrumento.

El aparente bullicio de bandas en la capital donostiarra llevó a la comisión de cultura de la Diputación de Guipúzcoa a organizar, en el marco de una semana de rock en apoyo de la escena local, un certamen llamado “Gipuzkoa Star 82”. Se convocaba en el mismo a todos los grupos de la provincia vasca no profesionales con el objetivo de seleccionar a los 15 mejores para grabar un LP doble y llevarlos una semana dando 25 conciertos por diferentes pueblos de la geografía guipuzcoana.

Animados por la ocasión que se presentaba, los tres amigos deciden tomarse la cuestión del grupo en serio para participar en el concurso. Nando se encargaría de la guitarra, Javier de la batería, Pinotxo sería el cantante y, para el bajo, se hacen con los servicios de Iñigo Abásolo -Nene Punk-. Deciden llamarse No, “porque éramos punk y No es la palabra punk por antonomasia” nos cuenta Nando. Los ensayos empezarían en un local habilitado en El Mercado de Frutas y en el que, de forma totalmente libre, tocaba quien quisiera. Entre las primeras actuaciones y las veces que tocaban en el local acabó rápido con la reserva de cien cuerdas que le habían regalado en una tienda de música.

En un principio el grupo se dedica sobre todo a “alargar temas de los Ramones”, pero pronto componen las primeras canciones propias, a añadir al “Jimy Jimy”, como la que terminó siendo todo un éxito de la banda “Paralítico total”, la historia de quien en silla de ruedas no es capaz de atrapar a la chica que le gusta.

Su primer concierto lo dieron en una fiesta con varias bandas (Elásticos, Los Patos…) organizada a la vieja usanza, sin demasiada propaganda, sólo con el boca a boca entre amigos, pero el verdadero bautismo de fuego lo tuvieron ante el jurado del Gipuzkoa Star 82. Las actuaciones tuvieron lugar en Salón de Actos Caja de Ahorros Provincial de Guipuzcoa y No fue una de las bandas que logró ser seleccionada de entre la multitud de combos participantes. La lista final de agraciados la conformaban además Ángeles del Infierno, Sats, T.N.T. (no confundir con los granadinos), Asco, Voz en Off, Aristogatos, Jotakie, Males Parkinson, Mogollón, Los Patos, Iguales y Tú, Casino, Stereo y Laket.

Parte del premio consistió en una gratificación en metálico que el grupo emplearía en la compra de un bajo, una guitarra y una batería. La grabación de los temas que entrarían en “Gipuzkoa Star 82” (Diputación de Guipúzcoa, 1982) se realizó en los estudios Iz, y no estuvo exenta de polémica, ya que, como recogía la revista Muskaria en su número de noviembre-diciembre de 1982, fueron muchas las bandas que arremetieron contra la labor del técnico inglés Frith contratado para la ocasión, al que no dudaban en calificar de auténtico tirano. En concreto los No se quejaban del siguiente modo: “Frith es un facha. Por ejemplo en “Jimi Jimi” nos ha quitado los coros, en “Paralítico total” se nos olvidó un tiempo y no quiso repetirlo, dijo que no y fue que no. Fíjate un grupo que lleva un mes ensayando y te meten a grabar un disco, allí vas de pringao”. De aquellas sesiones de grabación recuerdan las dificultades que encontraron para adaptar a las condiciones del estudio su sistema de “sonido esférico”, que incluía, además de su equipo hi-fi, un ventilador para evitar que aquello se calentara demasiado. Los técnicos no salían de su asombro cuando comprobaron que el guitarrista no sabía cómo enchufar siquiera su amplificador.

El LP finalmente no fue doble como se prometió en las bases del concurso; salió con algunos meses de retraso, sin libreto con fotografías de las bandas y sin acompañarse de videos de las mismas. Aunque no hubo actuación para cerrar el certamen con una figura internacional, sí que se llevó a cabo las giras de las bandas por la provincia. En concreto, No quedaron encuadrados con Asco y con Los Patos, con los que forjaría una relación bien estrecha.

Con ellos, y algunas bandas más surgidas del certamen guipuzcoano, tocarían en las 8 Horas de Rock de Elgoibar, festival celebrado en el verano de 1983 donde coincidirían con RIP, que precisamente habían sido descalificados del Gipuzkoa Star 82 por su tema “Anti política”. Compartieron también cartel en alguna otra ocasión con grupos como La Polla Records, en pases que apenas duraban 20 minutos pero que hacían las delicias de los presentes.

Los No consiguen ir haciéndose un nombre en la escena vasca. Apadrinados por Gregorio Gálvez, locutor del programa Club 44 de Radio Popular de San Sebastián, que ha visto en ellos suficiente potencial, pronto pasan a ser la auténtica promesa del punk-rock donostiarra, apareciendo numerosas veces en Muskaria, donde por ejemplo salen elegidos en la votación que hace la publicación entre sus lectores como el noveno mejor grupo de rock en Euskadi. La lista encabezada por los omnipresentes Itoiz incluía, además de punk (Zarama, Eskorbuto), otras propuestas bien diferentes como Derribos Arias o Puskarra. Eran además una de las primeras opciones que se barajaba cuando se trataba de acompañar a grupos del resto del Estado en sus visitas al País Vasco. Tocaron así por ejemplo con Poch o con Polanski y el Ardor, en un concierto del que recuerdan cómo el público, pasados los primeros temas de los madrileños, pedían sin dudar la presencia de No, la propuesta local a la que habían ido realmente a ver.

Llevados quizás por la euforia del momento y de su rabiosa juventud (Nando era el mayor con 17 años) arremetían sin problema en todas direcciones en la entrevista que les hicieron en Muskaria. Con la ciudad (“Una basura dentro de una concha muy bonita”), con la decisión del jurado del Gipuzkoa Star 82 decantándose por la corriente del llamado Donosti Sound que empezaba a promover Shanti Ugarte (“Han elegido a los muy típicos, mucho pop. Muchas mierdas”), con los grupos de Madrid e incluso con alguno de los compañeros de viaje en la vertiente punk (“Optalidón llevan tres años y todavía no saben cuándo empieza una canción y dónde termina. Nos han cogido envidia y están metiendo baza entre los grupos de Rentería para fastidiarnos”).  Si bien se trataba de rivalidades artísticas de poco fundamento, lo que sí que es cierto es que el grupo sufrió cierta marginación por parte de la escena más radical: “Parecía ser que No no daba la talla para algunos de los próceres del punkismo de aquellos tiempos. El porqué habría que preguntárselo a ellos. A nosotros, esa historia, nos la pelaba”, nos cuenta Nando. El guitarrista había manifestado por otra parte en la mencionada entrevista estar en contra del denominado “punk divertido”: “El punk es una cosa seria. Creo que una lucha contra contra la sociedad nunca puede ser divertida”.

Llegaron a ser víctimas directas de lo convulso de una época que incluso enfrentaba a facciones musicales diferentes, como cuando los asistentes del festival en el que había tocado Basura, RIP, Odio y Cirrosis entre otros, decidieron reventar el último concierto de la gira Gipuzkoa Star 82 que daban No, Mogollón y Ángeles del Infierno. La batalla campal entre punkies de Rentería, Alza, Egia y Mondragón contra heavies y policía pasa por ser uno de los episodios más recordados del momento. Toda aquella violencia quedaría reflejada por ejemplo en su tema “Ciudad Violenta“: “Esta canción se refiere a una época de peleas, narices rotas, palizas…De gente que venía a romper conciertos, a partir caras“.

Las crónicas de las actuaciones del grupo coinciden en señalar la guitarra de Nando como soporte del sonido de la banda, pero sobre todo la imagen que aportan Pinotxo y Nene Punk. Del bajista contaban por ejemplo: “el tío con más pedigree encima de un escenario de todos los músicos vascos: una cara de vicioso empedernido que magnetiza, una expresión en la mirada que paraliza y una mala leche en el manejo de su instrumento que produce admiración”. Sus canciones se caracterizaban por una contundencia y brevedad ramoniana, pero había hueco para incursiones en el ska. De hecho tuvieron entre el público de algunas de sus actuaciones a Fermín Muguruza disfrutando de temas como “Chicas de sangre”.

En La Jaula de Bilbao, donde tocaron con Males Parkinson, Nando recuerda haber conocido a Juanma de Eskorbuto, que se prestó además como ayuda para llevar la guitarra. Al término de dicho  concierto precisamente, la furgoneta que transportaba los instrumentos de las dos bandas donostiarras que habían tocado, conducida por Iñaki de Asco sufriría un accidente que hizo que el vehículo terminara en llamas. No, Males Parkinson y Asco organizarían poco después un concierto con objeto de paliar de alguna manera la pérdida de todo el material.

La trayectoria del grupo sufre una auténtica conmoción el día en el que Pinotxo entra en el local de ensayo anunciando que desde Madrid, DRO, les ofrece la posibilidad de participar en un recopilatorio de punk. Y no uno cualquiera además, ya que “Punk Qué? Punk” (DRO, 1983), terminaría convirtiéndose con el paso del tiempo en referencia casi histórica del punk ibérico de los primeros 80. En el disco participarían, además de los donostiarras, P.P Tan Solo, Urgente, Espasmódicos, N. 634, KGB, Seguridad Social y Carne de Psiquiátrico. No contribuiría con los temas “Chalado” y “Kaos”, que grabaron en los estudios Tres Colores de Madrid en noviembre de 1982.

La buena marcha del grupo parece corroborarse con bolos como el que dieron en el Autódromo de San Sebastián con Killing Joke. Teloneros únicos de los británicos, los No, dieron un concierto “que fue una bomba”, toda una experiencia como relataban al blog Adios Lili Marlem: “Enchufé la guitarra en una pared de Marshalls y cuando daba un guitarrazo te hacía viento en la cabeza de la caña que tenía aquello”.

Nuevamente DRO les ofrece una oportunidad, en principio, única: grabar un disco ellos solos. La condición que les impone sin embargo, para firmar el contrato es la de irse a vivir a Madrid. Ante la disyuntiva, enfrentados a coger el que probablemente fuera “el tren más importante de su carrera musical”, no todos en el grupo tienen las ideas tan claras. Y es que en el seno de la banda existe cierta fractura, la que supone vivir de forma bien diferente, a muy distinta velocidad, el frenesí de una banda de chavales que va cada vez a más. Javi y Nando sienten que ciertas conductas no pueden sino empeorar viviendo fuera de casa, instalados en Madrid. Han sido muchas las veces en las que han sufrido plantón en los ensayos o han tenido que ayudar a sus compañeros, en muy malas condiciones, subiéndolos casi en brazos al escenario como para esperar que la cosa pudiera funcionar de repente. “No eran las mejores compañías y me dio vértigo. No éramos un grupo” nos confiesa Nando. Es por ello que terminarían declinando la oferta de grabación de un disco que incluso tenía ya programado productor: Rafa Balmaseda (Parálisis Permanente, Seres Vacíos).

Desgraciadamente poco tuvo que esperar para comprobar lo acertado de su decisión. Invitados a participar en la fiesta que la revista Rock Espezial celebró en la sala Rock Ola durante dos días con motivo de su segundo aniversario, vuelven en noviembre de 1983 a Madrid. La publicación musical había conformado un cartel ecléctico con bandas “marcadas por la actualidad” del momento: Los Chokes, Inkillinos del Vº, Bajo Cero, Alphaville, Turiste de Luxe, Minuit Polonia, Cadena Perpetua… Recién llegados a la capital, en lo que Javi y Nando tratan de descansar algo en el piso al que han llegado, Pinotxo y Nene, deciden apurar de forma decididamente más activa el tiempo que resta antes del concierto. Quizás demasiado activa, porque como contaban en la reseña de la propia revista, los donostiarras lograron no pasar desapercibidos sobre el escenario: “Su actuación fue, como poco, comentada, y su final muy adecuado al tipo de música áspera que practican. El cantante, en un momento álgido, dio un grito, la piel se le puso blanco lienzo, y cayó como muerto en el suelo; casi todos le pensamos muerto, más aún cuando se le recogió y los latidos no salían por ninguna parte. Sin embargo, ya en camerinos, volvió a la vida preguntando, cual boxeador k.o. ,¿Dónde estoy?”.

Nando nos cuenta cómo de repente, con el colapso de su cantante a los cinco minutos de haber subido a las tablas del Rock Ola, se desplomaba, no sólo la posibilidad de impactar en un escenario importante, sino algo más… Se acababa la historia de No. “Casi le mato” nos dice aún con amargura, relatando cómo trataba de reanimar a Pinotxo incluso con patadas en una explosión de rabia e impotencia.

A la vuelta a San Sebastián, el grupo tal y como se había formado se disuelve. Nando y Javi se van para formar, junto a componentes de Asco y Los Patos un nuevo grupo: Speed, banda para la que el guitarrista emplearía buena parte de la música que ya había preparado pensando en canciones de No. Por su parte Pinocho, completando la formación y en pleno proceso de transformación en Vidas Ejemplares, aún daría algún concierto como el de la cárcel de Martutene manteniendo el nombre de la banda original.

Podíamos haber dado el campanazo. Hacíamos música guapa. El estilo de Javi no lo tiene nadie” se lamenta Nando, quien sin atisbo alguno de fanfarronería señala a los propios Duncan Dhu a la hora de marcar el nivel que hubieran podido llegar a alcanzar en el ámbito de la ciudad de San Sebastián. Comenta entre sonrisas las veces en las que, alertado el pinchadiscos de turno del local en el que entra con su cuadrilla de amigos, la música del local correspondiente cambia repentinamente y se empieza a escuchar el trepidante “Paralítico total”.

Nada más se supo del grupo hasta que se produce el contacto entre Luis, responsable del sello Beltza Records y de la correspondiente tienda de discos de San Sebastián y Nando, en el bar La Iguana, situado en la parte vieja de la ciudad, donde este último solía pinchar. Luis, incondicional de la banda, le habla de editar material que hubiera quedado olvidado. El exguitarrista le toma la palabra encantado y se ofrece para cualquier tipo de ayuda; se compromete incluso en reunir de nuevo a la banda y dar un concierto.

Es así que se edita “Ciudad Violenta” (Beltza, 2002), EP en el que se recogía el concierto en Pamplona que dio la banda junto a Asco, Los Patos y Los Elásticos en favor de la emisora Radio Paraíso y que quedó registrada en una cinta de cassete AGFA por Azpi. Grabación por tanto de crudo directo, radiocasete en mano a una distancia razonable del escenario. No oculta Nando que con un poco más de calma, él hubiera forzado una nueva grabación de los temas con mejora del sonido, pero el resultado tal cual se editó constituye reflejo fiel de lo que debieron ser sus energéticos directos. De los siete temas además cinco son inéditos que no habían aparecido antes en formato alguno. La épica alrededor de aquel concierto cuenta que la jornada acabó en batalla campal entre punkies navarros del barrio de La Txantrea y donostiarras del barrio de Amara Viejo.

Tal y como prometió Nando, No se volvieron a juntar para la presentación del disco en un concierto que se celebró el 12 de junio de 2002 en La Casa del Guarda del monte Urgull. Bueno, los sobrevivientes del grupo porque el Nene, el bajista, se quedó irremediablemente por el camino, “víctima de una década muy potente, en la que la falta de medios no condicionó el desarrollo de las ideas, pero a su vez la falta de información hizo de los 80s una década muy peligrosa”, como contaba precisamente Luis Beltza en la información que acompañaba al disco. La triste vacante fue ocupada por el bajista de Barley Juice, Oier Lamikiz, banda perteneciente a la misma escudería del sello de San Sebastián. La revisión de No en el siglo XXI estuvo acompañada para la ocasión por Los Patos y Los Elásticos.

El exguitarrista de No elaboró a modo de tributo un video con fotos de la banda utilizando como banda sonora una versión de estudio del mítico “Paralítico total”, tocada e interpretada por él mismo.

El 21 de abril de 2012, organizado por el Ayuntamiento de San Sebastián con motivo del ciclo “Directo a los 80 Zuzenean” y coincidiendo con la presentación del libro de Mariví Ibarrola “Yo disparé en los Ochenta” en el Centro Cultural Ernest Lluch Kultur Etxe (Amara), No se volvieron a juntar, y junto con Speed dieron un nuevo concierto, esta vez acompañados al bajo por el bajista de este último combo, Luis Vega. En el canal de Nando de youtube, Nandonosti, se puede ver el video “Paralítico total” de la actuación en directo.

Finalizaba así el pequeño ajuste de cuentas de No para con la historia. Una banda de la que se ha llegado a escribir cosas como: “Son la banda más compacta, el grupo más homogéneo, la formación más acojonante y, seguramente, la gente más exportable de todos los chalados que por este país se dedican a hacer rock”, o “No fueron olvidados por ser del centro de Donosti, por no practicar el Only Punk, y por ser pseudo intelectuales jonkis”.

Álbumes:

Larga duración:
No existen álbumes de larga duración relacionados a este grupo.
Corta duración:

Ciudad Violenta

2002

Los donostiarras se disolvieron sin haber dejado sacado en disco más que los dos temas, “Jimmy Jimmy” y “Soy paralítico“,...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

A comienzos de los 80, en Guipuzcoa,...
El fallecimiento de Eduardo Benavente fue una...
En 1984 tres amigos de San Sebastián,...
A medida que y Eduardo Benavente daban...
Formación mítica donde las haya, Parálisis Permanente...

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