Los Ensayos

Cuando Los Ensayos firman con DRO para la publicación de este disco, ya estaban rodados: tres años dando conciertos, una actuación televisiva y una brillante participación en el concurso Murcia Joven de 1985, donde fueron nombrados grupo revelación.

Desde entonces, habían venido preparando, trabajando y, haciendo honor a su nombre, ensayando, canciones. Como resultado de ello disponían ya de más de 50 temas registrados en diferentes maquetas, y habían obtenido cierto éxito local, especialmente con canciones como «Soy un fanático«, aunque nada comparable a lo que se viviría en Murcia tras la publicación de este mini-LP de debut.

De ese medio centenar de canciones, había que escoger solamente seis, entre las que no podían faltar las dos más conocidas, «Amar el pop«, que habían interpretado en su actuación televisiva, y «Soy un fanático«, su canción más celebrada. Se escogieron las que el grupo entendió que funcionaban mejor, dentro de la idea de conformar un disco variado.

Así, editan el corto, formado por seis canciones sencillas, muy frescas pero muy trabajadas, con especial atención a los estribillos y a las melodías y un sonido a caballo entre el beat de los 60 y el pop español nuevaolero de principios de los 80, especialmente el de grupos de pop más blando como Mamá, Los Modelos o Totem.

El disco se convierte en un extraordinario éxito local: en Murcia vende más de 5000 copias, cifra inusual para un grupo de sus características y pretensiones, y canciones como la pegadiza «Soy un fanático» y «La décima cerveza» -otra buena canción de pop con cierto aire soul y la introducción de instrumentos de viento- se escucharon en su ciudad tanto o más que las canciones de los grupos entonces de moda en España.

Además, completaban la entrega la citada «Amar el pop«, toda una declaración de intenciones en la que, además, rendían homenaje a algunos de sus grupos de referencia como Mamá; «Algo que escuchar», una canción más lenta con una melodía irresistible y un buen cambio de ritmo, y dos canciones algo más flojas dentro del buen tono general, «Un lugar oscuro«, con ritmos ska y «Sólo me pasa a mí», una de esas composiciones que funcionan mucho mejor en directo.

En fin, un disco bastante bueno que confirmaba a Los Ensayos como una de las grandes promesas del pop español de la época, y de manera especial en Murcia, donde se convirtió sin duda en el grupo del momento junto con Los Hurones. Sin embargo, ese éxito local no se extendió apenas al resto del país y, aunque el grupo siguió funcionando en directo hasta mediados de los 90, ya no editarían nada más mientras estuvieron en activo.

Una verdadera lástima que este buen trabajo no se viese recompensado con la grabación de todo un larga duración. Las canciones de esta entrega, las incluidas en sus diferentes maquetas y el cuidado por las melodías, las guitarras y los coros hacían a Los Ensayos merecedores de mucha mejor suerte.