Asfalto

Asfalto

En 1977 el panorama discográfico para el rock en castellano era desolador por no decir inexistente, dominado por los cantantes melódicos y el fenómeno de las fans. Solo unos pocos conseguían publicar sus trabajos. Fue entonces cuando Vicente -Mariscal- Romero se encargo de dirigir el nuevo sello Chapa Discos, dependiente de Zafiro, con la intención de sacar a la luz todos esos buenos grupos que triunfaban en directo pero se les negaba el acceso a los estudios de grabación.

El primer grupo en grabar para Chapa fue Asfalto. Zafiro les dio cincuenta horas para que el nuevo sello, que aún no tenía nombre, grabará el álbum y demostrará de lo que era capaz. El productor seria el propio Vicente Romero y el ingeniero de sonido Santiago Lardies, ambos novatos en esto de las mesas de grabación, y ello se acabó notando. El resultado final quedo algo flojo, le faltaba fuerza a las guitarras y los solos se perdían entre el resto de instrumentos pero, pese a todo, el disco salió adelante gracias a la enorme calidad de los temas y el entusiasmo y profesionalidad de sus integrantes, que eran músicos curtidos en los escenarios, con mucha experiencia y siempre atentos a lo que se hacía fuera.

Las canciones eran las que solían tocar en su repertorio en directo y que ya tenían muy trabajadas, todas ellas firmadas por los cuatro componentes -todos colaboraban en mayor o menor medida-, que eran José Luis Jiménez (bajo), Lele Laína (guitarra), Julio Castejón (guitarra) y Enrique Cajide (batería). Hay temas muy recurrentes como la libertad, la paz, la ecología, el deseo de un mundo más humano… de hecho, a pesar de ser etiquetados como grupo de rock urbano algunas de sus canciones están más cerca de la canción de autor o protesta que del rock propiamente dicho.

Musicalmente inclasificables van desde el rock duro como en “Ya está bien” o “Ser urbano” hasta la dulzura de “La isla del amor” o la acústica “El emigrante”, acompañada con el chelo de Leo que cierra el álbum. Como single se eligió “Capitán Trueno”, que sonó bastante en la radio y fue, sin duda, su mayor éxito. La flauta (tocada por Federico) y las guitarras acústicas le dan un tono folk que para nada representaba el estilo del grupo en directo, además el solo de guitarra es casi inaudible pero, así son las cosas, es seguramente la canción más recordada del disco. ¿Quién no ha oído eso de “…Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno”? En la cara B estaba “Ser urbano”, otro de sus clásicos, sobre la vida inhumana que llevamos en la gran ciudad.

El LP salió a la calle el 13 de marzo de 1978, se grabó en los estudios Audiofilm de Madrid y se presentaba con una preciosa portada obra de Félix Bronchalo. Su primer corte es “Ya está bien” una breve autobiografía en la que se quejan de las dificultades que pasaban los rockeros patrios para salir adelante. Una gran canción ensombrecida, en parte, por un sonido no demasiado bueno. Las guitarras de Lele y Julio merecían un sonido más potente pero el entusiasmo con que se toca y la calidad de del tema supera estas deficiencias.

Otro momento cumbre es “Días de escuela”, tema con el que nos identificábamos los que éramos jóvenes entonces. El bigote de Don Ramón, el catecismo y los capones nos sonaban muy familiares. El tema es de lo mejor del disco, comenzando con las voces de los niños, el bajo de José Luis y las guitarras entrando poco a poco y creando una atmósfera psicodélica con abundancia de todo tipo de efectos de pedal. El solo, uno de los mejores y más originales, y para terminar ese “Enseña a tu hijo a amar la libertad...”. A continuación llega “Todos los días” algo más intrascendente, para desengrasar, sobre la rutina de la vida diaria, que con buen ritmo invita a bailar.

La cara B se abre con la canción de larga duración “La Huida”, toda una suite con varios cambios de ritmo, con guitarras acústicas y eléctricas entrando y saliendo y que habla de nuevo del deseo de libertad y de apartarnos de la rutina de cada día. Aquí el grupo raya a gran altura y sus diez minutos largos se hacen cortos. La batería de Enrique simplemente sensacional.

“Rocinante” es otro gran acierto y que aun hoy siguen tocando en los conciertos. Emocionante héroe utópico que no se conforma con la realidad y sueña un mundo mucho mejor. Las guitarras, las voces, todo en su sitio, nos trasladan a un mundo de cuento de hadas. Seguimos con “La isla del amor”, otro canto a la libertad y al amor libre interpretado con una sensibilidad no esperada en una banda de estas características.

Para terminar una canción íntima, acústica y con un chelo que pone los pelos de punta. Es “El emigrante”, un homenaje a esas personas que tuvieron que abandonar su tierra por falta de libertad. Un final que deja un poso de melancolía y la sensación de haber escuchado un gran disco, sin duda una pieza fundamental en nuestra historia del rock.

Fue un gran comienzo y estuvo a punto de ser el final ya que, fuera como fuese, el resultado no satisfizo a todos y el grupo se partió en dos. Julio y Enrique se quedaron en la banda y José Luis y Lele se marcharon para comenzar una nueva etapa en Topo junto a su buen amigo Terry Barrios. Afortunadamente, el grupo resurgió pero tomando ya otro rumbo.

Grupo:

Todo comienza en 1970 cuando José Luis Jiménez...

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Tracklist:

  1. Ya está bien
  2. Capitán Trueno
  3. Ser urbano
  4. Días de escuela
  5. Todos los días
  6. Quiero irme - la huída
  7. Rocinante
  8. La isla del amor
  9. El emigrante

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