EL SUEÑO DORADO. CASTILLO INTERIOR Y LA ESCENA MUSICAL DE TENERIFE EN LOS 80

EL SUEÑO DORADO. CASTILLO INTERIOR Y LA ESCENA MUSICAL DE TENERIFE EN LOS 80

«EL SUEÑO DORADO. CASTILLO INTERIOR Y LA ESCENA MUSICAL DE TENERIFE EN LOS 80»

 

CASTILLO INTERIOR

LOS 80 PASAN FACTURA (2017)

 

ElSuenooDorado

Aunque inicialmente concebido como la biografía de Castillo Interior, grupo de afterpunk de Tenerife de los años 80, el proyecto derivó pronto a algo más extenso que diera cuenta de cuál fue la escena alrededor del género aquellos años en la capital canaria. Descripción que dejaba hueco para conciertos dados por bandas internacionales en sus visitas a las islas, actividad en las salas de Santa Cruz y el material discográfico que llegaba desde fuera a través de las tiendas de discos locales. Participan en la empresa además, no sólo diferentes componentes del grupo, sino algunos conocidos cercanos a ellos, como por ejemplo, Txetxo Baucells (Conemrad).

Otro protagonista externo, Pompeyo Pérez Díaz, profesor de Musicología de la universidad de La Laguna, deja una definición de banda siniestra de lo más interesante: «algo que oscilara entre el porqué de las cosas y la fascinación adolescente por los seres al límite, en cualquier sentido”. Igualmente atractiva es la que aporta Horacio, guitarrista de la formación: «Grupos que envueltos en cierto existencialismo nihilista exploraban musicalmente las tradicionales desazones del alma, como la soledad, el aislamiento, o la desesperanza, mostrando especial interés por las pasiones irracionales y las situaciones extremas«. En todo este entorno intimista es en el que se desenvuelve la trayectoria de los que muy probablemente sean pioneros en Canarias de esta vertiente oscura del punk. El escenario en el que se desenvuelven tiene como protagonistas a combos como Escorbuto Crónico, Familia Real o Conemrad.

Se vertebra la narración en diferentes partes, dedicándose un apartado, por ejemplo, a las actividades en paralelo de los componentes del grupo y algunos amigos en la elaboración de fanzines como La Criba. También se da detalle de las formaciones que tuvo la banda y se regodean en los detalles técnicos que acompañaban a la composición de cada uno de los temas, describiendo la fuente de inspiración en cada caso, y de cómo por el grupo se iban sintiendo las influencias de propuestas como Sonic Youth, que iban enriqueciendo la receta original.

Queda datado también uno de los momentos claves en el devenir del grupo: la grabación del que iba a ser su disco de debut. La ruptura de relaciones entre los dos responsables del estudio en el que estaban registrando los temas impidió que se editara nada de Castillo Interior en su momento. Fue gracias al tesón de Yotty, responsable de Los Ochenta Pasan Factura, que se pudo recuperar, ya no la cinta en la que quedaron grabados los temas, sino los magnetofones correspondientes para poder escucharlas y recuperar lo registrado. En un auténtico ejercicio de fuerza sale ahora aquel documento sonoro tanto en CD como vinilo acompañando a este texto.

Completado con abundante material fotográfico y de recortes de prensa, el libro es altamente recomendable no sólo para los amantes de estos sonidos oscuros sino para todos aquellos que disfrutan con estos ejercicios de arqueología musical

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