Aficionado cómo eres a la electrónica incipiente que se desarrolló en los 80 de la mano de los tonos ligeramente oscuros o solemnes de grupos como Los Iniciados, Agrimensor K o Alphaville ¿nunca has fantaseado con la idea de encontrar insospechadamente las maquetas perdidas jamás escuchadas antes de unos primeros Décima Víctima? ¿O las cintas de un grupo menos conocido que sonara en las mismas coordenadas? Pues algo parecido debieron de pensar probablemente los responsables del sello barcelonés Doméstica Records cuando encontraron las canciones de Funeraria Vergara que Juanón, uno de sus miembros se había encargado de digitalizar.
La banda de Burriana (Castellón) había tenido una escasa trayectoria de apenas un par de años allá por el año 1982 que se saldaría con un tema en un recopilatorio en un disco de ámbito local y varias maquetas. Lejos de Madrid, Barcelona y si me apuras, de Vigo, por aquello del tirón que propiciaron Golpes Bajos y combos previos, quedaron condenados a desarrollar su pasión por teclados, sintetizadores, cajas de ritmos y gustos por lo fúnebre sólo como paso previo a proyectos posteriores.
Recuperados aquí por la compañía catalana en una más que elegante presentación con portada troquelada con cruces que dejan ver el interior, donde trae una hoja con el texto que traía el recopilatorio «340» (Diputación de Castellón, 1983), tiene uno así la oportunidad de escuchar unos temas acordes con una época, la de la nueva ola, con una acertada combinación de atracción por lo siniestro y dosis de humor.
Suenan similares a Los Iniciados, ese más que interesante plan B del Aviador Dro y sus Obreros Especializados, en los ritmos de «Oh señoras de avanzada edad«. Esas señoras que critican lo que no les conviene, pero a las que ya no les queda mucho tiempo. ¿Cuánto les resta antes de morir?
También son cuestiones fúnebres las que tratan en «Artículos funerarios«. Ritmo de electrónica vertiginosa, como de insectos trepidantes en lo que se ofrecen jugosos descuentos en caso de eliminar a marido o algún hijo. Clavelitos como de la calle de Alcalá pero sacados de coronas fúnebres, en lo que el tono de voz se asemeja al de Germán Coppini. Las automenciones a la Funeraria Vergara retrotraen a las ofertas de demoliciones de Derribos Arias en el tema homónimo.
Las únicas composiciones que se separan de la temática que les valió la denominación de necro-pop son «El trebol de los mares» y «El Führer«, una especie de disquisición en vena cómica con políticos y dirigentes de la Segunda Guerra Mundial.
Tanto «La defensa» como «El difunto«, el tema que se incluiría en el recopilatorio «N-340» (Diputación de Castellón, 1983), y que fue la única manifestación que del grupo se tuvo hasta la salida de este disco, están muy bien.
En «Tu sueño ya no se cumplirá«, donde las letras parecen cantar a todo lo que segará la muerte suenan tanto al Jaime Urrutia de los primeros Gabinete Caligari («Sombras negras«) como a Décima Víctima. Todo en versión de demo, de maquetas, que es lo que son en el fondo estas canciones.
Una auténtica delicia de disco, especialmente para todos los amantes de aquellos 80 de teclados y atmósferas siniestras de nueva ola.
