30 Años de Éxitos

«Tu quieres un show, nosotros tenemos un show». Y eso es lo que precisamente hacen Los Toreros Muertos con su puesta en largo, que comienza de manera histriónica con un tema homónimo, el cual puede pasar la barrera de lo irreverente y resultar de mal gusto, haciendo protagonista de la fiesta a diversos toreros muertos como Manolete –«con una mano en el boquete»– o Antonio Bienvenida -«con una tirita en la herida»-. Personalmente, a esta panda de chalados yo no se lo tendría muy en cuenta.

Con el gusto de grupos festivos como Madness en la cabeza, la de Toreros Muertos fue una amalgama de sonidos casi utilizados como excusa para el desarrollo de sus surrealistas y divertidas historias. Así, en «Bum bum 1789» encontramos un rock más o menos clásico y bastante resultón y que se puede acercar a formaciones como Hombres G, si bien la presencia de los metales sigue siendo importante. Una reivindicación –«creemos que nos merecemos algo mejor»– que nunca pasa de moda y que toma a La Revolución Francesa como punto de partida.

En «Hoy es domingo» desarrollan una bonita y pausada balada dominical, que se agradece como pausa entre la anterior y el drama que supone la pérdida del «D.N.I». Necesario descanso por el bien de nuestro reposo mental.

La sofisticación viene de la mano de «Yo no me llamo Javier», la más nuevaolera del lote, que junto a «Mi agüita amarilla» y su curioso Ciclo de la Orina vienen rescatadas del maxi «Bares, Bares» (Ariola, 1986).

En «Twist’as loca» nos regalan un twist made in Los Toreros Muertos, pero es en «Soy un animal» –«Viendo lo sucio que tengo el pelo de encima de la cabeza te puedes hacer una idea de cómo tengo el resto del cuerpo»– donde uno simplemente no puede aguantar más la carcajada.

También hay lugar para teclados lisérgicos en la trepidante «Necesito un avalista» e incluso para dejarse de tonterías y sumergirse en la oscuridad y melancolía de la época en la muy Golpes Bajos «Dejadme llorar». Gran canción.

Un disco muy cachondo, si, pero también con grandes canciones. Y eso tiene mucho mérito en el contexto en que se desarrollan.