There’s A Man With A Gun Over There

Niño y Pistola continúan jugando al despiste a la hora de presentar sus trabajos. Si en «Niño y Pistola As Arthur & The Writers» (Ernie, 2010) se inventaban la figura del poeta Arthur como hilo narrativo del álbum, en esta ocasión optan por una historia del rural americano que transcurre en dos tiempos. La primera en 1954, cuando Tom, un trabajador harto del trato de su jefe, decide comprar una pistola y matarlo y acaba con sus huesos en la cárcel. La segunda diez años depués, cuando Tom sale de la cárcel para volver al lugar en el que nació, un rancho ahora abandonado, donde busca los objetos que dejó en su infancia en una especie de cápsula del tiempo personal, enterrados, como puede que esté ya su vida.

La grabación tiene lugar en los estudios A Ponte (Santiago de Compostela) por Tomás Ageitos con las colaboraciones de Charlie Bautista (The Sunday Drivers, Jero Romero, Christina Rosenvinge…) a los teclados, piano y armonio y Álvaro Lamas (Los Limones, Los Eternos) a la pedal steel guitar.

Estamos ante un disco conceptual en el que las canciones están enlazadas unas con otras. Canciones de desesperación y pérdida en la América profunda que tienen un regusto a Neil Young y Buffalo Springfield muy evidente. Ya desde el título, ese «There’s something happening here / what it is ain’t exactly clear / there’s a man with a gun over there / telling me I got to beware» inicial del mítico «For what Its worth» de Buffalo Springfield sirve para dar título al álbum.

Los ecos melancólicos y luminosos de «Deep in the fall» abren el disco. Nos describen el lugar de origen de Tom, su trabajo como jornalero -«I used to drive a truck«- y el día que se cansó de su jefe y decidió comprar una pistola -«Fifty dollars in my hand«-. La cara A termina con el single de adelanto -«By the grace of God«- y con la captura y detención de Tom -«And then the rain started«-. En su desarrollo se complementan guitarras eléctricas y acústicas, banjos, steel guitars y vibrantes teclados.

La cara B se desarrolla diez años depués; Tom regresa a su hogar -«Back in the years«, «Indian song«-, se deja llevar por sus impulsos -«Follow the white stones«- que lo llevan hasta una caja de latón que le permite alcanzar la redención -«Box of brass«-.

Cierra «We’ve had enough«, seis minutos en los que Neil Young está más cerca que nunca, tanto en las inflexiones de voz como en los arreglos de cuerda.

Estamos ante un trabajo muy cuidado instrumentalmente y con unas influencias -Neil Young, The Band, Buffalo Springfield, Fairport Convention- que quedan patentes en cada corte pero que la banda defiende con honestidad.