Ruleta Rusa

Ruleta Rusa

En el tercer disco de estudio de Sabina asistimos a un episodio evolutivo importante en la carrera del jienense. De entrada llama la atención en este disco su paso hacia delante a un sonido más rockero, que le acompañaría durante algunos discos más. Además ya definitivamente toca en sus letras temas más mundanos y ácratas, con un sentido menos político y definitivamente nada lírico, Sabina apuesta fuerte por las estampas cotidianas y las experiencias propias para conformar un disco muy asequible para cualquier oído.

Abriendo boca nos ofrece un rock and roll algo stoniano en la despreocupada "Ocupen su localidad", dejándonos vislumbrar entre el ritmo marchoso y los arreglos de saxo una crítica al mundo del espectáculo, a la basura que la televisión nos ofrece, Sabina nos envuelve en versos simpáticos una sátira sobre la lobotomía del espectador medio.

Le sigue con un ritmo tranquilo "Juana la Loca": "Pasaste de pensar que pensarían / si lo supieran / tu mujer, tus hijos tu portera. / Y te fuiste a la calle / con tacones y bolso y Felipe el hermoso por el talle / Desde que te pintas la boca / en vez de Don Juan te llamamos Juana la Loca". Resulta llamativo que una canción en el todavía complicado año 84 que habla de un homosexual que decide salir del armario y dejar de esconderse no se haya tomado adecuadamente por la comunidad gay; ¿quizá porque no tiene sintetizadores, lentejuelas ni horteradas? En sus manos lo dejo.

Hay que esperar al tercer tema del disco para escuchar una canción de amor, en esta ocasión con "Caballo de Cartón" Sabina habla del amor ilusionado, del superar las dificultades diarias esperando recibir el premio de ver a la persona amada tras una jornada dura, en una vida que sin amor es anodina y gris; Sabina sabe ser cada vez más iconoclasta y cristaliza las instantáneas urbanitas del día, la noche, el metro, el café y el pesado de tu jefe. Como anécdota el jienense habla de la Gran Vía cuando la estación era todavía de José Antonio, sin embargo cuando el disco salió a la calle ya le habían cambiado el nombre, dice él: “Por unos meses mi canción se adelantó a su tiempo sin saberlo”.

El sugerente piano de "Guerra Mundial" nos introduce en una canción protesta bastante atípica, casi pesimista: “Muy pronto va a estallar la tercera guerra mundial / los políticos estrechan sus manos / los generales brindan con champán, / y tú llorando porque tu amor te ha dejado / o haciendo régimen para adelgazar”. Estamos en manos de otros, no podemos hacer nada, estamos todos en manos de una gente a la que le hemos dado el poder y no podemos hacer nada para detener ciertas cosas, ciertos acontecimientos; tan sólo podemos elegir qué marca de tabaco fumamos y qué periódico comprar. Extraño mensaje para una persona que ha participado en tantos actos de ámbito político.

A ritmo de un blues muy funcional y aunque poco sentido agradable de oír, nos topamos con “Viejo blues de la soledad”, que fue excluída en la reedición del disco, siendo un tema complicado de encontrar y apreciado por los fans más acérrimos.

En una actitud más festiva y despreocupada tenemos una “Eh, Sabina” que habla de borracheras, fiestas y faldas muy cortas. Sigue la lacrimógena balada “Negra noche”, en la que Sabina nos cuenta sus vivencias nocturnas, una noche canalla, mágica, deprimente, excitante y triste; todo a la vez: “La noche que yo amo tiene dos mil esquinas / con mujeres que dicen ‘¿me das fuego chaval?’ / y padres de familia que abren sus gabardinas / la noche que yo amo no amanece jamás”

Hayamos una de esas canciones que cuentan una historia diferente en “Ring, ring, ring”, en esta ocasión tenemos la historia de la chica en la cresta de la ola a la que la vida social ha escupido como un chicle al que se le acaba el sabor, siguiendo con una notable “Por el túnel”, de temática parecida a la anterior (aunque no igual), centrándose en la prostitución. No sería la primera vez que Sabina dedicaría una canción a una prostituta.

“Pisa el acelerador” es quizá una de las canciones más notables del disco, pegadiza, tarareable, transgresora, con un recorrido rocanrolero tocado con muy buen gusto, durante mucho tiempo ha estado en una de las imprescindibles del repertorio del artista.

Cierra el disco una congelada “Telespañolito” que de entrada abandona la tónica de rock and roll que hemos disfrutado todo el disco. Hablo de congelada porque menciona todo tipo de cosas que podían verse en la caja tonta allá por los 80, y el que no los haya vivido desde luego no pilla ni una. Sin duda una de esas canciones que son hijas de su tiempo y que se hacen perecederas.

Por cierto, de este disco se hicieron dos ediciones, en la primera de ellas que es la que hemos tratado aquí está incluida la canción “Viejo blues de la soledad”, descartada en la reedición. El resto de las canciones son las mismas, aunque cambian de orden en el disco.

Grupo:

Muchos y variados han sido los adjetivos...

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Tracklist:

CD 1

  1. Ocupen su localidad
  2. Juana la loca
  3. Caballo de cartón
  4. Guerra mundial
  5. Viejo blues de la soledad
  6. Eh, Sabina
  7. Negra noche
  8. Ring, ring, ring
  9. Por el tñnel
  10. Pisa el acelerador
  11. Telespañolito

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