Raphael

Raphael rueda a las órdenes de Mario Camus la película “Al Ponerse el Sol” en los primeros meses de 1967. Encarna un cantante triunfador que decide tomarse un respiro y recapacitar sobre su carrera y sus obsesiones. Por supuesto, en su retiro campestre encontrará el amor.

Las canciones de este disco eran, en parte, conocidas en ediciones anteriores. Así “Noche de ronda” había sido su anterior sencillo; “Hablemos del amor” había sido su canción de Eurovisión; “La noche” había aparecido en 1966 formando parte de un EP y así sucesivamente.

La canción que da título al LP y la peli en cuestión es una balada de corte pop que flojea en arreglos. En cambio, temas bastante menos conocidos como “Si un amor se va”, “Siempre estás en mi pensamiento” o “No tiene importancia” son buenas muestras de una época y demuestran que el arreglista se ha roto la cabeza para dotarlas de instrumentaciones que suenen novedosas. Al menos que suenen novedosas dentro del repertorio de este cantante. Piezas pop muy estimables las tres, que podrían haber sido firmadas por cualquier conjunto puntero de la época.

No todo es pop bullicioso. Las baladas acartonadas están representadas por temas plúmbeos como “Hasta Venecia”, que ya se había editado antes. En el mismo estilo y cercano a ese estilo tan francés que a veces usaba Raphael es “Yo solo” con un interesante piano en la instrumentación.

Resumiendo, un LP que no alcanza las cotas de calidad de sus predecesores, pero que contiene momentos felices. Unos momentos felices que, paradójicamente, no hay que buscar en las canciones más conocidas. Sino en ese inadvertido relleno que a veces depara sorpresas agradables.