Cuatro canciones flojillas y un tanto anodinas, y es que ya en 1964, Tonio Areta estaba alejándose del mundo de la interpretación. La canción principal “Prometo volver” es una balada que poco aporta y habla de pueblecitos perdidos en la montaña y otros bucolismos. De nuevo Tonio vuelve a hacer sonar su trompeta para romper la monotonía de un tema plano a más no poder. A “Silbar” con muy buena voluntad se le puede entender como un ritmo de twist.
Del resto poco o nada me atrae, “Sé” es otra balada plúmbea y el “Baila ye ye” no deja de guardar un cierto patetismo rítmico.