El segundo trabajo de los Detergente los confirmaba como una banda de pop sin complejos que facturaba excelentes canciones de melodías pegadizas, guitarras energéticas, ritmos contagiosos y letras excepcionalmente potentes, directas y bien construídas, llenas de ingenio, realismo social, confesión autocrítica y negatividad existencial. Se alternaban en él piezas concebidas directamente como himnos propiciatorios del baile coral con empáticas baladas emocionales sobre los fracasos cotidianos. Siempre en primera persona; nacidas de la propia vivencia y posterior estriptís verbal y emocional de quien las escribe, Alberto Rodway.
En abril de 2016, Detergente Líquido entra de nuevo en los estudios Grabaciones Sumergidas de El Puerto de Santa María para comenzar a registrar las nuevas canciones de su segundo album. En esta ocasión el proceso de gestación del nuevo trabajo fue muy distinto: en su mayoría no se trataba de canciones ya compuestas, elaboradas y rodadas en los directos, como en el caso del primer LP. Alberto llegó al estudio de grabación con maquetas apenas esbozadas y desnudas, y las nuevas canciones fueron creciendo y tomando forma casi desde cero en el propio estudio en un proceso de creación colectiva. Por otra parte la banda entraba a grabar afrontando el reto de una renovación importante y reciente de la formación: Nuria Mera asumía el reto de hacerse cargo de la voz femenina tras la marcha de Lucía, aportando un registro más limpio y brillante a la interpretación. Por su parte, Antonio Baizán grabaría el disco, pero pronto sería sustituído por Fran Muñoz en el bajo y Félix García (Discos del Rollo) ya estaba integrado desde el año anterior en la banda a cargo de los teclados y reforzando las guitarras. Ernie aportaba solidez y continuidad desde la batería y el sonido. Se perfilaba la formación definitiva del grupo. Pero el cambio más importante en los registros sonoros venía dado por una transformación notable en el enfoque de la producción y el arreglo de los temas. Mientras que en el primer trabajo se trató de plasmar el espíritu directo e inmediato del local de ensayo, sin grandes alardes en los arreglos y potenciando las guitarras crudas y la cercanía, en el nuevo disco las canciones, configuradas durante un lento proceso en estudio, estarían más producidas y elaboradas, buscando un sonido más matizado, dulcificado y melódico. Cuidando el protagonismo de las voces. La responsabilidad de Juan Antonio Mateos (The Magic MorAñade este contenido) en las labores de producción, junto a Ernie y Alberto, fue mayor, involucrándose también en la instrumentación a cargo de teclados, efectos y guitarras. También se encargaría del sonido en las actuaciones, lo que le convertía de facto en un miembro más del equipo. El resultado descubría un trabajo más conjuntado, maduro, limpio y envolvente, que dejaba atrás el lo-fi inmediato de los inicios y buscaba romper el techo de la emergencia precaria permanente y el culto minoritario. Sin embargo la edición del disco tardaría en llegar. Los nuevos temas experimentarían un largo rodaje en los cada vez más frecuentes y lejanos bolos antes de salir a la luz, de manera que cuando se publica el disco sus piezas maestras eran bien conocidas y coreadas por sus seguidores. En octubre de 2016 aparecía el primer adelanto del álbum, «Grimas y Meriendas» y a finales de año aparecería el segundo anticipo «Gennaro Gattiuso«.
«Mirad lo que me habeis hecho hacer. Por favor» saldría definitivamente a la luz a finales de enero de 2017 en el sello barcelonés Disco de Paseo, con portada de Craneo Prisma y artwork de Félix García y Familia Palmer. Ciertas divergencias con la distribución haría que la banda adquiriera la mayor parte de las copias, con lo que en la práctica resultó una autoedición.
El álbum recibió una excelente acogida por parte de la crítica y de los medios nacionales. Haría crecer el número de seguidores incondicionales entre los más reputados miembros de la aristocracia del pop y desde Radio 3, blogs, revistas especializadas y redes recibieron un importante apoyo y promoción. Sería considerado como uno de los mejores discos del año en numerosas listas del indie patrio. En contraste con el entusiasmo del mundillo del pop, las ventas serían discretas.
El disco se abre con una breve intro de presentación del grupo en un bolo. Es toda una declaración de intenciones porque, a pesar de estar más y mejor producido, el album pretende ser fiel al sonido de una banda que alcanza su plenitud en el directo. «Grimas y Meriendas» es el primer tema. También fue el primero en avanzarse como single en octubre de 2016 acompañado el lanzamiento con un videoclip de Daniel Cuenca. La voz de Nuria en primerísimo plano interpreta con limpieza y brillo una melodía sencilla y encantadora envuelta en arreglos orquestales delicados y poppis. La letra es paradigmática de la narrativa de Alberto: una introspección sobre la propia extrañeza y el vacío existencial frente a la observación perpleja del exterior, de una catarata de imágenes sociales inconexas y carentes de sentido. Brilla el ingenio del letrista al atrapar con realismo el instante banal: «la gente prosigue tranquila con sus rutinas estructuradas / con niños que entran y salen de actividades extraescolares / y los que sacan al perro a hacer sus cosas en plena calle», «y el de abajo, en calzoncillos, sigue vendiendo sus drogas». Vida gris.
«El amor en la era del Aliexpress» es una de las grandes canciones del disco, una de las más brillantes composiciones de Alberto. Previamente se reveló como todo un hit con un delicioso envoltorio electropop de bailabilidad contagiosa en el primer LP de Que Bailen Los DemásAñade este contenido, el laboratorio tecnopop paralelo de Alberto (El Disco de Que Bailen Los Demás, 2015). Originalmente la titularon «El amor en los tiempos de IKEA«, y aún la llaman así en clave interna. Pronto pasaría al repertorio habitual de Detergente. La versión de estudio cambiaría IKEA por Aliexpress; las bases electrónicas caseras darían paso a una poderosa interpretación colectiva con mayor peso de las guitarras intensas y unos arreglos pensados para su ejecución en vivo. Todo ello sin perder nada de su potencial bailable en pista, contrastado en la arena de los festivales. La encantadora melodía es ejecutada por Alberto con una profundidad y estilo cercanos al mismísimo Costello. La lírica, sin embargo, conduce a los mejores Astrud y a Germán Coppini (¿El amor en la era de Aliexpress vs. Malos tiempos para la lírica?): un tema sobre la difícil construcción del amor maduro sobre las ruinas del desencanto. El yo se dirije a un tú y confiesa con sinceridad autocrítica las inseguridades, miedos y dificultades de los primeros pasos imperfectos de un amor que nace sobre heridas antiguas, cuestionándose las posibilidades de éxito futuro a partir de dinámicas iniciales equivocadas: «lo estamos haciendo mal / y todavía no empezamos…». Un yo escéptico que es un nosotros esperanzado a la espera de decisión, compromiso y voluntad de cambio. Un nosotros posible a base de madurez, asunción de límites, renuncia al ideal soñado, posibilismo y libertad. Una canción redonda.
«Poesía eres tú, Robocop» es otro de los perfectos rompepistas de Detergente gracias a la alegría de sus ritmos, el desparpajo interpretativo y un feliz estribillo irresistible para corear y botar en primera fila. Fue escrita para el blog «Confesiones tirado en la pista de baile», un apoyo constante en la carrera del grupo. Todo un himno para la fauna que goza del bailoteo, paradójicamente surgido del reconocimiento de la incapacidad para la danza y de algo tan serio como la fobia social. No es delito que haya sido así. El tema también apareció originalmente en el disco de Que Bailen Los Demás (2015) y se convertiría en un clásico con el que cerrar de modo apoteósico sus actuaciones. El autofustigamiento vuelve en «Hay gente haciendo cola para lavar el coche«, con la narración cantada por Alberto de una relación abortada por las propias taras e incapacidades a modo -se confiesa- de mecanismo de defensa, o de expiación de la culpa tal vez. La instrumentación en todo momento acompaña y da cobertura desde un segundo plano al hilo narrativo y a la autorreflexión sobre las propias omisiones. Vuelven a brillar las imágenes ocurrentes y realistas construídas desde la palabra cotidiana. «Gennaro Gattuso» apareció como segundo adelanto a finales de 2016; un potente tema de powepop acelerado sobre el malestar estructural omnipresente al que Alberto tiene especial estima por su confesionalidad desnuda. «¿Dónde entras tú?» aporta un contrapunto musical, adoptando un aire de balada cabaretera y country muy ajustada a la voz bien modulada de Nuria, muy de bailar agarrao, sobre la soledad, la nostalgia del amor, y la universal necesidad de ser queridos. El tema se compuso para el largometraje «Istantáneas, de Miguel Ángel Mengó, aún no estrenado.
Guitarras potentes a lo Teenage Funclub abren «Las farolas de la autopista«, un tema contagioso de pop vital cantado al alimón por Nuria y Alberto que va creciendo en intensidad y capacidad de atrape, muy en la linea de Ellos. Posee una estructura simple y perfecta para una letra demoledora sobre la vaciedad de los proyectos vitales en una sociedad sin más utopía que la mediocridad rutinaria y fracasada. Aquí la ácida crítica social a la posmodernidad consumista del capitalismo tardío y sus nuevas alienaciones es explícita: «Producir, consumir, que no pare / el acto sexual con el gran capital./ Encontrarnos, probar una droga social: / discos de los beatles o libros de Murakami / fútbol de segunda B o películas de nazis / pizzas congeladas o bocatas de salami».
«Loopstation» es una deliciosa canción emocional cantada con autenticidad por Nuria que recuerda a Nosoträsh y a La Buena Vida reflexionando sobre la madurez y el tiempo. El juego de las guitarras, punteando las letras y jugando con la melodía está muy logrado. De nuevo la maestría en la métrica y el ritmo hace que fluya suave la palabra sencilla, que esconde la captación del detalle nimio y las reflexiones sobre la propia condición que desencadena.
«El cantante de boleros» fue el corte elegido como single para acompañar simultaneamente el lanzamiento del album. El polifacético Félix García se encargaría de poner imágenes al clip promocional que lo acompañaba. La ternura y la melancolía acompañan a esta canción concebida como documento de identidad y nostalgia de amor inexistente. Los emocionantes coros finales parecen sacados de una buena balada de Neleonard. La genialidad compositiva de las letras de nuevo resplandece en «Demasiado bruto para el indi«, todo un himno a la autoaceptación de sí mismo en la propia rareza, de autoafirmación, con su carga directa de guitarras y energía, y con su capacidad movilizadora en el directo. La canción esconde uno de los versos más afortunados de los últimos tiempos en la música independiente; auténtica sabia sentencia helenística de profunda ironía: «La vida no está mal, pero me quita tiempo para otros temas vitales». El disco se cierra con una sorpresa dulce, «Aversión«, que pone el dedo crítico en la llaga de la creación posmoderna, en la eterna recreación de lo ya conocido, en la dificultad de salir de la rueda de la mediocre repetición de los patrones mil veces oídos y sabidos, en el agotamiento de la originalidad: «Todas las canciones buenas ya están inventadas…». A la vista de estas 11 canciones honestas parece que aún no.
El segundo disco de Detergente Líquido es, en definitiva, un trabajo sólido y bien elaborado a fuego lento. El disco de maduración de una banda cohesionada en lo musical sobre la base de un poprock melódico y bailable, lleno de excelentes composiciones, de vitalidad y frescura contrastadas en el directo, con unas letras introspectivas, ingeniosas, ocurrentes y bien ritmadas, y que retratan con realismo el vacío social y existencial no sólo del mundo interior de quien las escribe, sino el de toda una generación dilapidada.
