Mapa Mundi

Mapa Mundi

Tras el pequeño pero enternecedor impacto que provocó el debut de Las Escarlatinas en el 2005, un año más tarde, dos de sus componentes debutan en solitario. Por un lado, Belén Estrada  bajo el nombre de Bel Divioleta, y por otro, quien nos ocupa, Almudena López bajo el nombre de Cristina Georgina en clara alusión a la poetisa británica de apellido Rossetti.

“Cuando haya muerto, amado mío, / no cantes para mí canciones tristes, / no plantes rosas sobre mi cabeza, / ni cipreses de sombra: / que crezca verde a mi alrededor el césped, / húmedo de la lluvia y el rocío, / y si quieres, recuerda / y si quieres, olvida. / No veré ya las sombras, / ni sentiré la lluvia; / jamás escucharé del ruiseñor / el canto dolorido; / y soñando en la luz de aquel crespúsculo / que ni crece ni mengua, / quizá feliz recuerde / y quizá feliz olvide”

Eso escribía la poetisa hace más de cien años. Pero Almudena no está dispuesta a hacer caso de la petición y se empeña en cantar una diminuta colección de diminutas tristezas y ardientes melancolías.

Arropada en la lujosa producción de dos de los nombres más fiables del sello madrileño Siesta, dejando a los mandos a Ramón Leal y Mateo Guiscafré y a las composiciones a una pléyade de estrellas del pop español de antes (El Zurdo), y de ahora (Charlie Los Caramelos Mysterio).

¿Qué encontramos en “Mapa Mundi” (Siesta, 2006)?. Nada sorprendente para los que ya disfrutaron del debut de Las Escarlatinas. Un compilado de soft-pop, bossa a la manera de los primeros discos de Everything but the Girl (incluso el tono de voz de Almudena recuerda por momentos al timbre de Tracey Thorn), y pop atemporal con un aire lounge y elegante como para sonar de fondo en alguna secuencia de una sofisticada comedia de Blake Edwards.

Su inofensiva belleza es también lo que más en contra juega. Nada parece salirse del guión de esta ilustradora y cantante. La corrección hace que exista un cierto desapasionamiento en la ejecución de unas composiciones por otra parte arquetípicas. Como regresando a un terreno familiar, aunque sea la primera vez que nos enfrentamos al disco, pocos momentos consiguen arrebatar aunque ninguno disgustar.

Entre los momentos más destacados están la bellísima y breve “Sueños”, compuesta (como otro par más de canciones) por Miguel Angel Villanueva, líder de los veteranos Los Brujos. También la valentía de la composición de esa artista de culto que es Violeta Gómez, que en “El amante de Connie” rehace y sintetiza nada menos que “El Amante de Lady Chatterley” la inmortal obra de D.H. Lawrence. También destaca la estremecedora letra sobre el desamor de “Tanta incertidumbre” compuesta por Pablo Jiménez, líder de ese combo sin suerte que son Los Soberanos.

Aunque la mejor del lote es “Desde el ático”, compuesta por Fernando Márquez, El Zurdo. El ex-La Mode entrega una encantadora composición que no desentonaría en el catálogo de las que compuso para Kikí d’Akí. Como en el disco de Las Escarlatinas, recupera otra canción que elaborase junto a Carlos Berlanga (quizá de su frustrada colaboración en los albores del nacimiento de Paraíso), aunque es de las más flojas. “El mensaje” es una historia sobre un pacto con el diablo en el que la sobreproducción juguetona entorpece una canción que parece un descarte de Álex & Christina.

Aparte de las citadas, encontramos composiciones de Sergio López de Haro (Kiki d’Aki) y de Alberto Matesanz (Plastic d’Amour, Mate) que hacen discurrir al disco sin sobresaltos pero, por desgracia, sin apasionar.

Grupo:

Tomando como nombre artístico una variación del...

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Tracklist:

  1. Sueño
  2. Tanta incertidumbre
  3. Secuencias
  4. El amante de Connie
  5. En la piel
  6. El vertice del vertigo
  7. Diminutos
  8. Collage
  9. Todos vamos perdidos
  10. Desde el ático
  11. Vanidad fatal
  12. El mensaje

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