Cinco años después de su último disco, Los Stop vuelven a intentarlo. Lo hacen en el modesto sello catalán Victoria y adoptan un aire lejanamente brasileño, más notable en el tema que ocupa su cara B.
Un intento de subirse al carro de la comercialidad de algunos conjuntos y solistas pachangueros de los 70 y una oportunidad que les va a llegar irremediablemente tarde.