Última entrega del grupo asturiano con una cara A en la que la búsqueda de revalidar su “Lamento de gaitas” es demasiado obvia. Un romance medieval como su título indica en la letra que flirtea con los planteamientos pop y las ilustraciones sonoras anecdóticas que intentan trasladarnos a la época de juglares, dragones, castillos y princesas.
Me gusta bastante más el ritmo descosido de “Linda” con un charles hipocondríaco, voces Beach Boys, guitarra rítmica de serrucho y un aroma a denso vapor psicodélico inundando el ambiente.