La Luz de la Mañana

La Luz de la Mañana

Tras la monumental sorpresa del disco de debut de Facto Delafé, el sensacional “Facto Delafé y Las Flores Azules Vs El Monstruo de Las Ramblas” (Music Bus, 2005) y el éxito que habían ido recogiendo como un disco de largo recorrido, que iba vendiendo más y más a medida que transcurrían los meses y que parecía no tener límite, con conciertos que agotaban las entradas y su paso a la primera división de los grupos que pululan por el subsuelo de lo denominado independiente en España (ese escalafón que ocupan Los Planetas como faro y tras ellos un grupo de seguidores en el que podríamos meter a Deluxe, Sidonie, La Habitación Roja, Lori Meyers, La Buena Vida, La Casa Azul, y alguno más que les permite una cómoda posición comercial sin demasiadas presiones), Facto Delafé pasan a ser grupo de una multinacional.

No seré yo el que piense que el grabar dentro de una gran compañía signifique una pérdida de libertad (que puede que sí y que puede que no) o que esto determine una merma de calidad, porque las composiciones dependen de la inspiración de sus autores y no de quien pague. Y si tienes quien pague más y puedes dedicarte con más tranquilidad, pues suele ser para mejor. El mejor ejemplo son Los Planetas, cuya carrera es inimaginable dentro de una de nuestras raquíticas escuderías indies. O los fantásticos discos en multinacionales de Penelope Trip El Niño Gusano. En otros casos ese paso sí que ha determinado discos más irregulares, en algunos momentos infumables (Sidonie, Deluxe).

¿Y Facto Delafé? ¡Ay! Muy poca de la magia de aquel primer esfuerzo parece asomar en este disco. Un disco que suena agotado, con el estilo mucho más matizado. Si allí el estilo dominante era el hip-hop sin ningún tipo de matiz, aquí dominan los medios tiempos del pop que incluyen sí, algunos recitados, pero que costaría mucho identificarlos como parte de ese estilo musical. Y esto ni es bueno ni es malo, pero sí que es un paso atrás en una marcada personalidad que presidía su debut.

Un fofo pop rapeado preside casi todos los números del disco en algunos momentos con resultados desastrosos, como la soulera “Desde el Este”, o la jazzy “Sólo palabras”, que parece sacada de un vulgar disco de fórmula para sonar en M-80 y emisoras con ese mismo target de oyente adulto cool, o la transgresora a lo Tony Santos “Pronombres”. Terrible.

Los pocos momentos que destacan son la contemplativa “La luz de la mañana”, que refleja muy bien en lo musical las sensaciones del amanecer; “Muertos” en la que las partes que canta Helena Miquel parecen ser carne de una concursante de Operación Triunfo con buen gusto; y, sobre todo “La Juani”, aportación del grupo a la banda sonora de la película de Bigas Luna “Yo soy la Juani” (2006). Por añadir alguna más, la dupla “Letargo” y “Sólo palabras”, por recordar lejanamente a lo anterior.

Lo demás transcurre entre provocar indiferencia e irritación para terminar en pura desidia y despedirse con esa pequeña marca de fábrica que es incluir los agradecimientos del disco en la letra de una canción, en este caso la intrascendente “Poquito a poco”.

Esperemos que sólo sea un tropezón en la carrera de un grupo cuyo debut prometía grandes grandes cosas. Como ellos mismos dicen: “Dale gas”.

Pues eso, que se lo apliquen.

Grupo:

En el año 2002 dos personalidades venidas...

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Tracklist:

CD 1

  1. Intro
  2. Desde el Este
  3. La luz de la mañana
  4. Muertos
  5. Combates cotidianos
  6. La Juani
  7. Pronombres
  8. Letargo
  9. Solo palabras
  10. Pasan las luces
  11. Gigante
  12. El Indio
  13. Poquito a poco

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