La Isla de la Calma

Tras las desavenencias surgidas con Discos Suicidas, el sello que había editado su trabajo anterior, «El Barco» (Discos Suicidas, 1999), Guadaña decide cambiar y probar con WC Records de Madrid. Su responsable, Natxo, accedió de inmediato a costear los gastos de estudio tan pronto oyó la cinta casera grabada con un doble pletina en el local de ensayo que le habían mandado los mallorquines. Era ése precisamente el punto principal de los problemas surgidos con la anterior discográfica, que se negaba a pagar por los costes de grabación del siguiente por considerar que las ventas no habían superado lo estipulado en el contrato. El grupo trataba de razonar demostrando que eso era simplemente imposible de acuerdo a las cuentas que llevaban. Como no se llegó a un acuerdo, Guadaña, haciendo caso omiso de la citación judicial en el País Vasco por la denuncia de Suicidas, buscó otras alternativas. Escuchó la sugerencia de sus amigos de Síndrome de AbstinenciaAñade este contenido.

El disco lo grabaron y mezclaron en el estudio de Tomeu Janer (TJsó), siendo masterizado por Toni Pastor en 2001.

Abrían el disco con «Madero delincuente«, un tema que originalmente incluyeron en su maqueta «Guadaña» (Matraka Diskak, 1994) y que recuperaban remozado para la ocasión.

Le dan al hardcore acelerado, con guitarras al sprint y coros de sílabas alargadas hasta el infinito no muy lejanas al rock duro. ¿Un ejemplo? el «Por qué«. Con todo la impresión no es la de haber pisado el acelerador a discreción, ya que con bastantes menos temas que en su entrega anterior llegan sin embargo a un minutaje similar.

Así, el tono es otro en «El folleto«, canción compuesta a partir de la publicidad contenida en los folletos editados por la Policía Municipal de Palma de Mallorca que repartía por entonces Miguel, cantante del grupo, para la empresa de mensajería para la que trabajaba. En las mismas se presentaba la figura del policía de proximidad, concepto que aprovecharon Guadaña para con un sutil cambio del texto, componer la letra de su canción. Ingeniosa y con resultado más que notable.

Se decantan Guadaña por punk correoso, fácilmente coreable, tanto para cantar a la libertad de callejear («Perro callejero«) como a la drogadicción («Proyecto«). Mezclan protesta y sentimiento en un juego que incluye incluso algo de melodías con las voces y coros para confeccionar himnos a cantar entre varios. Así parece salir «La ruleta«.

Recuerdan a los modos casi hardcore de Cerebros Exprimidos en «Por qué?«, añaden un cierto toque folk a su «Tío Juan«, y en cuanto pueden demuestran cómo las guitarras se buscan un hueco para mostrarse con querencias de rock duro.

Sale un sol con el signo del dólar en los ojos, muy probablemente en referencia al tema «Kánzer de dinero«.

Los baleares se muestran sólidos en la misma línea que marcaron en un principio.