La Gran Estafa

Documento que recoge la acutación que dio Commando 9mm en la sala El Sol de Madrid el 9 de marzo de 2002 para presentar «Dios Salve a los Taraos» (Potencial Hardcore, 2001). En principio la banda no tenía intención de editar nada en directo, pero Pollo llevó la cinta registrada en un dos pistas que el técnico de la sala, Willy Vijande (Ilegales), le había dado a los estudios Subsonic para su postproducción. El guitarrista ya había trabajado con Dani y Gerardo Calvo, responsables de dicho estudio, como productor de un disco de 37 Hostias, y fue allí donde acudió para regrabar guitarras en algunos de los temas y mejorar la calidad de la grabación.

El trabajo se presenta con la portada diseñada por Perico (37 Hostias) en la que el trío es presentado en pose ramoniana de vaqueros, zapatillas y chupas de cuero. Quizás incluso más fieros, ya que las caras de Pollo y Manolo son ciertamente de pocos amigos.

El caso es que con todos los problemas que caben esperar de una recuperación de una cinta registrada de forma casi rutinaria desde la mesa de mezclas, «La Gran Estafa» es un más que digno documento de las capacidades del grupo en directo. En un momento dulce de la banda además, ya que en su regreso, la aportación de Adrián K.C a la batería, supuso un claro refuerzo en el sonido de Commando 9mm.

Cumpliendo con creces su función de presentación del nuevo disco, con ejecuciones de primerísima calidad de algunos de sus mejores temas («Charlie no hace surf«, «Canción de odio«, «Mañana«…), deja hueco además para clásicos del repertorio de Commando 9mm de todos los tiempos: «Jenny, Jenny«, «Johny coge el subfusil«, «Únete al Commando» o «Frenopático«. Finaliza el trabajo con «Frontera francesa», con voz de Angulo.

En el interior, libreto generoso en fotos de la actuación del grupo y de las sesiones de postproducción en estudio, en las que se incluye al propio Mosca, bateria fundador del grupo.

El que esto suscribe adquirió este CD en el puestecillo de discos que ocasionalmente se instala en los conciertos de la sala Gruta 77, con Manolo Uvi vendiendo sus chapas al lado. Demasiadas razones para no no sentir algo especial por él.