Por fin se estrenaron Fabuloso Combo Espectro con un trabajo en larga duración. Después de una abultada colección de sencillos (hasta tres diferentes llegaron a editar en el 2010) la sesión de grabación en los estudios DGR Sónica en el verano de 2011 sirvió para registrar el material que conformara un vinilo con diez temas. Proceso dirigido, como la producción, por Krater (Ginferno). El disco no es sólo un salto al formato de gran minutaje, sino un paso adelante para afirmar sus creencias en las líneas artísticas de experimentación y creatividad que han venido guiando sus pasos hasta el momento. Un acierto claro, porque además lo hacen ganando en consistencia. Para dar este salto, el grupo cuenta con el apoyo de las tres discográficas que se han repartido hasta entonces, la producción anterior de Fabuloso Combo Espectro: Producciones Esporádicas, Discos Humeantes y Ghost Highway Recordings.
De los términos de free-jazz, punk y post-punk con los que gustan definir este trabajo a uno le gustaría acudir para completar con algo de psicodelia y oscuridad, mucha oscuridad. Probablemente la que complete la vertiente post-punk. Y es que en estos tonos cree uno reconocer las bases con las que, por un lado, se componen dos de los pilares del álbum a mi juicio: la imponente «Galopando a lomos de un ataúd» y «Alfa sextante«; y, por otro, porque resulta un barniz reconocible para muchos de los rincones del disco.
En la primera de las dos canciones anteriores veo una de las mejores canciones del grupo de toda su producción. Habrá quien diga que es porque tiene una línea rítmica más tradicional que cualquier otra cosa que hayan grabado; que el revestimiento tenebrista de guitarra y teclado es de los que no tienen réplica alguna, o que resulta uno de los temas más homologables a parámetros convencionales. Y probablemente tengan razón, pero poco importan sesudo análisis frente a los espasmos internos que te confiere una canción así.
Con «Alfa sextante» sucede algo similar. Con un febril trazo grueso siniestro parece compuesto cercano a filosofías espaciales del Aviador Dro. Con más de cuatro minutos y medio de duración le da tiempo a cambiar, a mitad de canción de forma enérgica y repentina para ponerse a las órdenes del teclado y un ritmo concienzudo. Ejemplo además de que las letras empiezan a dejar de ser asignatura pendiente, como pasa también en la canción con la que se abre el disco «Reingeniería aplicada a los procesos del mal» o «Perfil siniestro«, todo un círculo alrededor de hemisferios y funciones cerebrales del que gusta el ritmo nuevaolero que destila.
La primera comienza sobre guitarras y coros repetitivas que rompen en chirriantes líneas melódicas y disquisiciones de parque empresarial. Y como post punk también es el The Fall o Gang of Four, bandas no siniestras especialmente de las que dicen gustar alguno de los miembros de Fabuloso Combo Espectro, ¿No sería válido emparentar «Reingeniería aplicada a los procesos del mal» con estas bandas británicas? ¿O «Antisistema solar«?
En modo free-jazz se dispone al menos el saxo en «Danza alrededor del Krater«, un instrumental que tiene menos de baile en las alturas del volcán que en requiebros alrededor de Ginferno. Colaboran en ella el propio Krate, con la zambomba y Fernando Junquera (Negro) con la guitarra.
Casi casi instrumental es también «Tarada«, el comienzo de la segunda cara. Con guitarras hirientes y ese punto oscuro que le apreciamos al tono general del disco, son los momentos estrictamente musicales los que cubren la mayour proporcióno del tema.
En «Tercera muerte» colabora Lucía, compañera de Sara en Las Jennys de Arroyoculebro. Con brotes de cacharrismo, nos ofrece además la vertiente más castiza del saxo de Ayuso, como quizás en «Días de chándal«, con la que se cierra el disco. Este último tema hace mención tanto al programa de radio de alguno de los componentes de la banda, como a un momento de las mejores estrofas de «Ojos de heroína«, enorme crónica callejera de la droga de Capitán Entresijos.
También «¿Pincho o pellizco?» parece tener título inspirado en el asfalto, en concreto en la célebre y temida amenaza que decían formulaban las secciones navajeras del asfalto. El aire retro, vintage puede que sea el de cierta psicodelia años 60. Amplio espectro de investigación pues.
Lógica la repercusión que ha tenido en la prensa especializada en estos submundos de la música underground.
